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Los fundamentos de la inclusión en el aprendizaje temprano

El tema de la inclusión se ha hecho muy popular en el aprendizaje temprano. Muchos programas preescolares están avanzando hacia un plan de estudios que acoge a todos los niños, en lugar de separar a los niños con desarrollo típico de los que tienen discapacidades.

La inclusión es un tema amplio y complejo, con muchas variables a tener en cuenta. En este artículo, compartimos algunos aspectos básicos para ayudarte a empezar a pensar en cómo crear más inclusividad e igualdad en tu programa. La información que compartimos a continuación te ayudará a empezar a pensar en posibles primeros pasos para crear un aula que acoja a niños con distintas capacidades, dones y comportamientos. Los futuros artículos de la Red Good2Know profundizarán en temas de inclusión más específicos.

¿Qué es la inclusión?

La inclusión en la primera infancia se define de muchas maneras y tendrá un aspecto diferente de un programa a otro. Cuando los educadores utilizan el término «aula inclusiva», suelen referirse a un aula en la que los niños con necesidades especiales aprenden junto a sus compañeros con un desarrollo típico.

La NAEYC (Asociación Nacional para la Educación de los Niños Pequeños) y la DEC (División para la Primera Infancia ) describen la inclusión de la siguiente manera:

«Los valores, políticas y prácticas que apoyan el derecho de todo bebé y niño pequeño y de su familia, independientemente de su capacidad, a participar en una amplia gama de actividades y contextos como miembros de pleno derecho de las familias, las comunidades y la sociedad. Los resultados deseados de las experiencias inclusivas para los niños con y sin discapacidad y sus familias incluyen un sentimiento de pertenencia y pertenencia, relaciones sociales y amistades positivas, y desarrollo y aprendizaje para alcanzar su pleno potencial. Las características definitorias de la inclusión que pueden utilizarse para identificar programas y servicios de alta calidad para la primera infancia son el acceso, la participación y los apoyos.»

Esta definición destaca las características que definen los programas inclusivos: acceso a una variedad de oportunidades de aprendizaje; adaptaciones en el plan de estudios y el entorno que permitan a cada niño participar plenamente; y apoyos a nivel de sistema, como servicios y terapias. Haz clic aquí para ver la Declaración de Inclusión en la Primera Infancia de NAEYC completa.

¿Cuáles son los beneficios de las aulas inclusivas?

Durante mucho tiempo, se ha creído erróneamente que los niños con necesidades especiales están mejor apoyados en un entorno de aprendizaje separado del de sus compañeros con desarrollo típico. La investigación ha demostrado que en realidad no es así, y que las aulas inclusivas, formadas por niños de distintas capacidades, son beneficiosas para todos los niños implicados.

Los niños que aprenden en entornos inclusivos tendrán la oportunidad de entablar relaciones con niños que pueden ser diferentes a ellos. La consultora en salud mental infantil, Schelly Engelman, M.Ed., comparte que «las amistades se desarrollan entre todos los niños dentro y fuera de la escuela, y están asociadas a importantes resultados de desarrollo y logros académicos. A través de esas amistades, los niños con y sin discapacidad aprenden a enfrentarse a los retos, a encontrar caminos alternativos hacia el éxito y habilidades sociales y de comunicación.»

A continuación encontrarás una infografía de la Oficina de Desarrollo Infantil y Aprendizaje Temprano de Pensilvania con más información sobre los beneficios de la educación inclusiva en el aprendizaje temprano. Haz clic aquí para descargar una versión imprimible de la infografía en inglés y en español.

Cambiar nuestra forma de pensar

La inclusión va más allá de incluir físicamente a los niños en un aula. Profundiza para crear un lugar en el que cada miembro de la comunidad se sienta querido, acogido e importante. La educación inclusiva significa garantizar que el aprendizaje sea accesible a todos los niños. Para los educadores, significa ajustar nuestra lente para fijarnos en los talentos y capacidades especiales de cada niño, en lugar de dejar que un niño se defina por lo que no puede hacer.

Nuestro compromiso con la inclusión debe inspirarnos para replantearnos siempre cómo podemos dar forma a nuestros entornos para incluir y acoger a todos los miembros de nuestra comunidad.

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