El aprendizaje virtual es un concepto nuevo para muchos de los profesionales dedicados a la educación temprana. Es desafiante trabajar en línea con niños por más que nuestro trabajo con ellos está basado en relacionarnos con los pequeños. Aunque no se puedan reemplazar las experiencias en el salón de clases en persona, usted todavía puede crear un ambiente virtual que sea estimulante y apropiado para el nivel de desarrollo del niño que lo ayude a continuar con su aprendizaje y mantener las conexiones con sus maestros y sus compañeritos.
Es importante dejar que los niños nos indiquen el camino en un ambiente virtual tal como lo haría en su salón de clases habitual. Pregúntele a los niños ¿qué han estado haciendo en la casa — cuáles son los juegos que han estado qué actividades han estado disfrutando? Use esa información como una guía para algunas de sus ideas para los encuentros virtuales. Si los niños, por ejemplo, han estado disfrutando sus días en la playa, usted podría leer algunos libros que hablen sobre los océanos o los animales marinos.
Usted también podrá hacer diferentes actividades virtuales durante sus reuniones y ver qué es lo que a los niños les gusta más. Si usted observa que a los pequeños les gusta la música y el movimiento en esos encuentros virtuales, pero están poco interesados en otras actividades, use esa reflexión como guía para planificar su próxima visita. Cuando seguimos las señales que nos dan los niños con quienes trabajamos, podemos crear actividades mejores y más estimulantes para la experiencia de aprendizaje en línea.
Si usted no sabe mucho de tecnología y siente que el aprendizaje virtual es intimidante, busque ayuda con los miembros de su equipo y pregúnteles si ellos tienen algunos consejos o ideas que lo ayuden a empezar. Si en su equipo hay alguien que sea especialmente bueno en organizar las reuniones via Zoom o llevar a cabo de manera exitosa los encuentros virtuales, esa persona puede ser un excelente recurso para usted y para los demás maestros también.
Como usted bien sabe, los niños pequeños no pueden sentarse y mantenerse enfocados por largos períodos de tiempo. Tal como usted lo haría en su salón de clases durante las actividades en círculo, es preferible tener encuentros cortos y suaves, Trate de hacer una actividad o cantar algunas canciones cortas antes de desactivar la comunicación. Los niños
estarán más entusiasmados y las reuniones serán más productivas. Si usted nota que algún niño está presentando dificultades para participar o para prestar atención durante estos encuentros, no tema en hacerlos más cortos. Le puede decir a los pequeños que terminarán esa actividad que dejaron inconclusa la próxima vez, o intente hacer una actividad diferente en que los niños estén más interesados. Las actividades virtuales requieren de la misma flexibilidad que usted tiene en sus clases. que interese más a los chicos.
Para ayudar a mantener a los chiquitos por buen camino en su proceso de aprendizaje, usted debe asegurarse de considerar los diferentes dominios y etapas de su desarrollo cuando esté planificando las actividades virtuales.
Abajo incluimos algunas actividades para cada una de las etapas de desarrollo.
Desarrollo Social-Emocional: Trate de hacer actividades que requieran atención, como lo son yoga o una meditación breve (para los niños más grandes del preescolar y los de pre-k). Estas actividades los ayudará a relajarse y a estar conscientes de su desarrollo emocional. Invítelos a conversar sobre cómo es la vida en sus casas (hable sobre los diferentes idiomas que se usan en los hogares o las comidas que preparan para la cena) y así aprender unos de los otros y celebrar la diversidad en los salones de clases. También puede conversar o intentar otras actividades. Hable sobre sentimientos y emociones (algunas de estas actividades disponibles aquí).
Desarrollo físico: Ponga música y deje que los niños bailen; para tener un cambio en el ritmo y la velocidad puede poner “freeze dance” (congela el baile) y pausar la canción cada algunos segundos. Estimule a que los niños se muevan como si fueran diferentes animales (saltar como conejos, galopar como los caballos, arrastrarse como las culebras, etc.) Simón Dice y Luz Roja-Luz Verde son verdaderamente juegos físicos.
Desarrollo de alfabetización y de lenguaje: Los cuentacuentos virtuales son una manera fabulosa de practicar el lenguaje y el desarrollo literario. Para expandir las historias usted puede hacerle preguntas al final a los niños, por ejemplo, sobre los personajes, o invitarlos para que creen un final diferente para el cuento. Las palabras que salen de los cuentos pueden representar el ímpetu para conversaciones sobre las diferentes letras y los distintos sonidos de ellas.
Desarrollo cognitivo: Todas las actividades reflejadas arriba son excelentes para el desarrollo cerebral. Los cerebros de los niños se desarrollan durante las conversaciones mientras tratan de aprender nuevos conceptos y actividades.
Cantar canciones que les sean familiares a los niños y estimularlos para que las canten ellos también es una manera muy buena de estimular la participación y hacer que los encuentros virtuales sean más interactivos.
Podría ser que usted quisiera incorporar algunas de esas canciones que usted quizás usó en persona cuando se hacen transiciones, reuniones matinales o simplemente porque son divertidas. Usted puede tocar algún instrumento musical (o si algunos de los padres tocan instrumentos, podrían interesarlos para que se incorporen a las reuniones por Zoom).
Para ayudar a los niños a mantener la conexión con su salón de clases, traiga a las reuniones virtuales sus libros y sus actividades favoritas. Si los niños disfrutaban de manera particular algún juego, piense de qué manera se podría hacer también de manera virtual. Si los niños estaban cuidando plantas en la clase (y si usted tiene acceso a ellas), las puede compartir con los chiquitos durante los encuentros virtuales y así pueden ver cómo están creciendo. Esto hará que los niños se sientan más conectados con su salón de clases y mantener un sentido de rutina.
Una manera de mantener a los niños participando es pedirles que hagan algo. Durante los encuentros, pídale a los niños que le muestren sus juguetes favoritos o que le cuenten a sus amiguitos sobre ellos. Además puede pedirles que encuentren algún objeto en la casa, por ejemplo, de algún color o forma en particular. Luego empiece una conversación donde se hable de los objetos que encontraron.
El aprendizaje virtual es nuevo para todos,–para usted, para los niños y para los padres. Recuerde que necesita tiempo para sentirse a gusto con las nuevas herramientas, además de que van a haber períodos de ensayo y error. Este año ha estado cargado de cambios, incertidumbres y retos. Por lo tanto es muy importante ser paciente con todos, incluyendo con usted mismo. No se desespere si las cosas no salen bien. Tome esas experiencias como oportunidades para aprender y hará las cosas mejor la próxima vez.
Tener a los padres, a los hermanos y a otros cuidadores presentes es muy importante para los niños pequeños y preescolares, especialmente para que las experiencias de los encuentros virtuales vayan más suavemente. Además el tener a las familias involucradas ayuda a mantener el sentido de comunidad en su salón de clases y en los programas.
Envíe invitaciones a los padres para que se incorporen a las diferentes actividades, por ejemplo, para un cuentacuentos corto o para un poco de música y movimientos. El hecho de que la mayoría de las personas están pasando mucho tiempo aislados, el tener la oportunidad de compartir un contacto social lo apreciarán tanto como los niños.
Muchos de los padres están teniendo problemas para mantener aprendiendo a los niños desde sus casas. Para ayudarlos, usted puede enviarle a los padres una lista para seguir las actividades en casa y los niños continuarían su proceso de aprendizaje.
Envíe también ideas relacionadas con las cosas que los niños hicieron durante el día. Por ejemplo, si usted lee un libro sobre el otoño, usted podría enviarle a los padres una lista de actividades relacionadas con esa estación para que las puedan hacer en la casa, por ejemplo, ir a recoger y coleccionar hojas. Mande actividades que sean fáciles de llevar a cabo, que requieran un mínimo de preparación y que no sean muy desastrosas. De esa manera no pondrá más presión sobre los padres que ya están sobrecargados con sus ocupadas jornadas.
