Los lugares donde los niños viven, crecen, juegan y aprenden tienen un impacto significativo en sus cerebros y cuerpos en desarrollo. Incluso antes de nacer, el entorno en el que se encuentra un niño determina su crecimiento, aprendizaje y desarrollo, lo que repercute en su salud física y mental para toda la vida.
Cada entorno está impregnado de una combinación de influencias, desde la comunidad cultural hasta la política, que pueden tener repercusiones positivas y negativas en la salud y el desarrollo de los niños.
Para comprender mejor los complejos sistemas que afectan a los niños pequeños, el Centro del Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard ha compartido recientemente una nueva infografía imprimible que analiza cómo influye el entorno en la salud y el bienestar a largo plazo. La infografía sirve como herramienta de aprendizaje y como recordatorio útil para los profesionales de la educación y la atención infantil sobre la importante labor que realizan para crear entornos sanos y enriquecedores para los niños pequeños.
