La NAEYC ha publicado recientemente un artículo en el que aborda algunas de las grandes preocupaciones de los profesionales de la educación infantil que están considerando planes para reabrir cuando se levanten las órdenes de refugio en el lugar. El artículo señala que «los programas de educación infantil de nuestro país llevan décadas sorteando grietas estructurales y precipicios financieros. La pandemia de COVID-19 ha hecho que estas grietas y precipicios sean inevitables, poniendo a nuestros programas en caída libre. Para que nuestra economía se recupere, será necesario un enfoque reimaginado de la financiación y la estructuración de los sistemas que apoyan el cuidado infantil de alta calidad.»
El artículo destaca seis formas de desbloquear un futuro mejor para el aprendizaje temprano. Entre ellas se incluye instar a los estados a que ayuden a cubrir el coste de la calidad y pagar a los educadores lo que valen. Las declaraciones articulan claramente formas clave en las que el gobierno podría implicarse para apoyar el campo del aprendizaje temprano.
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