Después de dos años desde el comienzo de la pandemia, aún estamos recuperándonos de las dificultades del COVID. El estrés de estos últimos dos años ha tenido un efecto perenne entre el aislamiento y la continua incertidumbre de la pandemia. Esto es particularmente cierto en los niños pequeños quienes han tenido que pasar años cruciales de su desarrollo bajo circunstancias inusuales y difíciles.
Para los niños pequeños esta pandemia limitó las interacciones sociales, y además, los elevados niveles de estrés de los padres han tenido efectos negativos en el desarrollo general de los niños. Todavía nos queda mucho para aprender mientras las investigaciones relacionadas con el impacto del COVID en niños pequeños continúan en aumento. Aquí presentamos algunos de los resultados.
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Estudios del Hospital de Rhode Island y la Fundación LENA (Haga click aquí) Studies from Rhode Island Hospital and LENA Foundation encontró que los bebés que nacieron durante la pandemia vocalizaron y participaron en interacciones verbales mucho menos que los niños nacidos antes de la pandemia.
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Los investigadores han encontrado que los niños que nacieron durante la pandemia tuvieron un puntaje más bajo en las pruebas relativas a las siguientes categorías: Habilidades motrices gruesas y finas y sociales además de solucionar problemas.
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Un estudio observó que los niños nacidos durante la pandemia tuvieron un puntaje inferior en las pruebas de desarrollo cuando fueron comparados con los niños nacidos antes de COVID: También los investigadores notaron que las familias de bajos ingresos experimentaron el declive más significativo.
¿Qué debemos hacer?
Aunque estas investigaciones son preocupantes, hay cosas que los padres y educadores pueden hacer para apoyar a los niños que están teniendo problemas como resultado de la pandemia. Por ejemplo, cuando los niños presentan conductas desafiantes, Donna Housman, una psicóloga de desarrollo y fundadora del Instituto Housman anima a los padres y a los cuidadores a pensar en lo que los niños tratan de expresar sobre sus emociones y necesidades de los niños, y luego ayudarlos a reconocerlas, etiquetarlas, expresar y regular esas emociones. Para más información usted podrá encontrar este artículo de gran ayuda en los archivos de G2K.
El Hospital de Niños de Philadelphia también recomienda enfocarse en el buen comportamiento de los niños e ignorar los pequeños cambios de conducta. Elogie al niño cuando haga algo positivo y use un lenguaje específico para decirle exactamente lo que hizo bien: “Gracias por ayudar a limpiar el salón de clases,” o “Me encanta como compartes con tus amigos.”
¿Qué recursos están disponibles?
Si alguna familia que está en su programa está preocupada por el desarrollo de su niño, Help Me Grow [Ayudame a crecer] es un recurso local del Condado de San Mateo que ofrece apoyo y guía. Los padres y los maestros pueden conectarse con especialistas en Help Me Grow por teléfono, texto o correo electrónico.