Hablar de los sentimientos es especialmente importante en este momento. Esto ayudará a los niños a ampliar su vocabulario emocional y les ayudará a sentirse apoyados, ya que usted reconoce sus sentimientos sin juzgarlos. Al dejar a los niños, podemos decirles cosas como «Sé que es triste despedirse de papá después de haber pasado tanto tiempo juntos en casa. Hoy volverá más tarde, cuando nos despertemos de la siesta». Es mejor evitar comentarios como «estás bien» o «no llores». Incluso cuando provienen de un buen lugar, este tipo de afirmaciones pueden parecer despectivas hacia los sentimientos y experiencias de los niños. En lugar de animar a los niños a «estar bien», hazles saber que es natural estar enfadado, triste o frustrado, e incluso llorar en momentos de estrés.
Proporcionar comodidad
Algunos niños, cuando están ansiosos o estresados, se relajan más después de correr y sacar su energía. Otros pueden buscar la comodidad en un entorno acogedor con una iluminación suave o una actividad tranquila, como la lectura. Algunos niños también pueden tener un objeto de consuelo, como un peluche, que les ayuda a sobrellevar la situación. Es posible que conozcas a cada niño lo suficientemente bien como para saber cómo calmarlo cuando está molesto, pero si no estás seguro, prueba algunas actividades, ya que diferentes enfoques funcionan para diferentes niños. O bien, consultar a los padres para ver qué hacen en casa cuando su hijo se enfrenta a una situación estresante.
Capacitar a los niños para que tomen el control
Las directrices relacionadas con COVID-19 han cambiado varias veces desde marzo. Muchos de los cambios se han sentido fuera de nuestro control, y esa incertidumbre puede ser particularmente estresante para los niños. Por esta razón, ayudar a los niños a tener una sensación de control puede crear más seguridad. Podemos empoderar a los niños escuchándoles, ayudándoles a sentirse informados, dejándoles tomar decisiones, permitiéndoles tomar la iniciativa y siguiendo sus intereses. He aquí algunos ejemplos:
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En la medida de lo posible, comunique a los niños los cambios con antelación. Este conocimiento les permite tener tiempo para prepararse (lo mejor que puedan a una edad temprana), en lugar de sentirse sorprendidos o pillados por sorpresa.
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Permita que los niños tomen decisiones a lo largo del día («¿qué máscara te gustaría ponerte?» «¿te gustaría leer este o aquel libro?» «¿quieres ponerte los zapatos tú solo o quieres que te ayude?»). Estas pequeñas decisiones pueden ayudar a los niños a sentirse más en control.
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Si los niños están interesados en una actividad concreta, permíteles tomar la iniciativa. Sigue sus intereses y permíteles elegir qué juego les gustaría hacer o con qué materiales les gustaría jugar.
Para obtener más información sobre cómo apoyar a los niños que asisten a su programa, consulte el artículo anterior de Good2Know, Big Changes and Big Feelings: Apoyar las emociones de los niños durante la transición de vuelta a la guardería (en inglés y español).
Proporcionar apoyo emocional a distancia
Si sólo ves a los niños a través de videollamadas, puede ser más difícil saber cómo están. Sin embargo, puedes seguir apoyando sus emociones, incluso desde la distancia. Con libros y ayudas visuales, podemos introducir conversaciones sobre las emociones y ayudar a los niños a comprender mejor sus sentimientos. Las siguientes ideas pueden ser útiles para conectar con los niños mientras se realiza el aprendizaje virtual, pero también son grandes recursos para la enseñanza y el cuidado en persona.
Libros para hablar de los sentimientos y las emociones
La lectura de un libro sobre las emociones puede ser una buena manera de que los niños piensen en cómo se sienten ese día. Pueden relacionarse con algunas de las emociones o experiencias de los personajes. Utilizando algunos de estos libros, ayudamos a los niños a estar mejor preparados para hablar de sus sentimientos.