El Instituto de Políticas de Aprendizaje compartió recientemente una entrada de blog escrita por la Analista de Investigación y Asesora Política, Hanna Melnick. El post comparte información sobre la importancia de la atención infantil de alta calidad tanto para el desarrollo infantil como para el bienestar económico general, e incluye algunas estadísticas reveladoras de lo frágil que es realmente nuestro sistema de atención infantil.
Haz clic aquí para leer el post completo. O, encuentra algunos puntos destacados a continuación:
Entre marzo y abril, 336.000 trabajadores de guarderías perdieron su empleo, y miles de guarderías/guarderías familiares corren peligro de cerrar definitivamente.
Los cierres podrían provocar la pérdida de hasta 450.000 plazas de guardería, lo que socavaría la capacidad de los padres para volver al trabajo y los esfuerzos por reabrir la economía.
Los niños menores de cinco años dependen de los proveedores de cuidados estables y enriquecedores. La pérdida de estas relaciones y de las oportunidades de aprendizaje temprano puede agravar las diferencias de rendimiento.
La mayoría de los padres han dejado de pagar la matrícula durante los cierres.
Hay poco margen para que los proveedores compensen esa pérdida de ingresos, ya que funcionan con márgenes estrechos: la inmensa mayoría de los fondos se destinan a pagar nóminas y alquileres.
Recortar los salarios no es una opción viable, dado que los trabajadores de guarderías cobran una media de sólo 10,72 dólares la hora, menos de lo que gana el 98% de los trabajadores estadounidenses.
Los estados y el gobierno federal se están movilizando para responder a la inminente crisis del cuidado infantil, pero los costes y los retos logísticos son enormes.
¿Qué hará falta para mantener abiertos los programas de atención a la infancia?
Un análisis del Centro de Derecho y Política Social (CLASP) calcula que costará en total más de 50.000 millones de dólares, suponiendo que (1) el gobierno cubra la matrícula perdida de los programas privados durante 6 meses para que puedan seguir pagando al personal y el alquiler y (2) el gobierno cubra el coste de proporcionar guarderías a los trabajadores esenciales.
Se ha demostrado que las inversiones sostenidas en el aprendizaje temprano reportan beneficios a largo plazo para los niños y un fuerte rendimiento de la inversión. A corto plazo, estas inversiones también permitirán que Estados Unidos vuelva a trabajar.