Los niños pequeños son especialmente vulnerables cuando se exponen a estas sustancias químicas en el entorno físico. Según Moms Clean Air ForceLos bebés respiran unas 40 veces por minuto, mientras que los adultos lo hacen entre 12 y 20 veces por minuto. Los niños no sólo respiran más rápido, sino que literalmente respiran más aire que los adultos. Los niños tienen una mayor superficie pulmonar en proporción a su peso que los adultos. Respiran un 50% más de aire en proporción a su peso que los adultos. Estos increíbles órganos trabajan especialmente para ayudar a nuestros niños a crecer y prosperar. Además, los niños hacen más ejercicio y pasan más tiempo al aire libre que los adultos». Además, los niños se meten objetos en la boca para explorarlos y pasan mucho tiempo en el suelo gateando y jugando, donde se acumulan sustancias químicas nocivas. Esto significa que absorben una gran cantidad de toxinas cuando están presentes.
Muchos productos tóxicos de limpieza, desinfección y esterilización también pueden irritar los pulmones, y pueden desencadenar o incluso causar asma. El uso de prácticas de limpieza seguras puede eliminar los alérgenos, los desencadenantes del asma, las bacterias y los gérmenes del entorno para mantener a los niños sanos y preparados para aprender.
Limpieza, higienización y desinfección
Limpiar, higienizar y desinfectar son en realidad procesos diferentes y deben utilizarse en momentos distintos. Las definiciones específicas de limpieza, higienización y desinfección que se indican a continuación se basan en las directrices de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y en un resumen del Programa de Salud Infantil de California (CCHP).
Limpieza
La limpieza es el proceso que elimina físicamente los residuos de una superficie o área mediante el fregado, el lavado y el aclarado. Se puede lograr con jabón o detergente, y agua. Siempre se debe realizar una limpieza adecuada antes de desinfectar porque la suciedad puede impedir que los desinfectantes actúen con éxito.
Desinfección
La desinfección se refiere al uso de cualquier producto que elimine el 99,9% de los gérmenes, tal y como se identifica en su etiqueta. En las guarderías, la desinfección ayudará a reducir el riesgo de que los niños enfermen por el contacto con una superficie u objeto concreto.
Los desinfectantes deben utilizarse en las superficies en las que se sirven o preparan alimentos y en los objetos que se llevan a la boca, incluidos los juguetes y los chupetes.
Desinfección
La desinfección se refiere al uso de cualquier producto que elimine casi el 100% de los gérmenes, tal y como se identifica en su etiqueta.
Se recomienda la desinfección en caso de derrames de sangre para disminuir el riesgo de propagación de enfermedades transmitidas por la sangre; en los cambiadores, lavabos e inodoros; y en las zonas de alto riesgo que acumulan muchos gérmenes, como los pomos de las puertas, los tiradores de los armarios y las fuentes de agua. Los desinfectantes no limpian necesariamente las superficies. Los gérmenes pueden esconderse bajo la suciedad y la mugre y no les afectan, por lo que siempre es importante limpiar antes de desinfectar.
Elegir productos seguros y saludables