Permitir que los niños se ensucien con sus materiales artísticos es una parte importante del juego.
Según Cómo aprendemosel arte desordenado tiene muchos beneficios para los primeros aprendices. Es importante para su desarrollo sensorial y lingüístico. También es importante para su creatividad, su imaginación y la resolución de problemas».
El arte desordenado anima a los niños a ensuciarse las manos con materiales blandos y pegajosos. Tal como suena, el arte desordenado es… ¡desordenado! Ofrece la oportunidad de salpicar, manchar y explorar de la forma que los niños deseen. Con el arte desordenado, no hay resultado, sólo expresión creativa y exploración.
Aunque participar en un proyecto de arte desordenado implica no preocuparse por el orden, las batas de artista pueden ser una buena idea para proteger la ropa de los niños.
Photo from the Artful Parent
¿Sabías que puedes hacer una hermosa y colorida obra de arte jaspeada con simples ingredientes de cocina? Utilizando aceite vegetal y colorantes alimentarios, Jean Van’t Hul, de Artful Parent, compartió su innovadora idea de arte sucio, Marmoleado con aceite, para crear piezas de arte vibrante con los niños. Sumergir las manos en un cuenco de agua aceitosa y colorida será un lío, pero también permitirá una gran experiencia sensorial y una divertida oportunidad para que los niños disfruten del proceso de creación.
Photo from HomeGrown Friends
Meredith Magee Donnelley, autora de Corazones abiertos, mentes abiertas y propietaria de Homegrown Studio, compartió su fantástica idea para una experiencia artística desordenada que pueden disfrutar niños de todas las edades. Pintar con los pies es una oportunidad sensorial única para que los niños experimenten la sensación blanda y viscosa de la pintura al temple entre los dedos de los pies. Ha montado este proyecto en el exterior, utilizando un largo rollo de papel de carnicero. Los niños recorrieron el papel con los pies descalzos, creando un colorido resultado final.
Esta actividad puede ser disfrutada por niños de todas las edades, pero requerirá la supervisión de un adulto, ya que la pintura puede ser resbaladiza. Al montar este proyecto, es importante asegurarse de que está en un lugar seguro, por si los niños se caen.
Photo from Playground Parkbench
En otra oportunidad de arte sucio al aire libre, Meghan, de Playground Parkbench, preparó una atractiva experiencia para su hijo pequeño con pintura de tiza y matamoscas. Usar un matamoscas crea un dibujo divertido, único y salpicado, y usar pintura de tiza permite a los niños pasar del papel a la acera sin preocuparse por la limpieza. Esta oportunidad es especialmente buena para los niños pequeños, que suelen tener curiosidad por golpear los materiales mientras los exploran. Este mural es rápido de montar, sólo requiere unos pocos materiales y se puede hacer en grupo o individualmente.
En su libro Tinkerlab: 55 experimentos que fomentan el jugueteo, la curiosidad y el pensamiento creativo Rachelle Doorley comparte las posibilidades ilimitadas de los objetos que pueden utilizarse para crear arte. En un extracto de su libro titulado «Yes, You Can Paint on That» (Sí, puedes pintar sobre eso), describe cómo las rocas, las cajas, las conchas marinas y los palos pueden utilizarse como lienzos para la creatividad. Afirma: «Cuando los niños ven que cualquier cosa puede ser una superficie para hacer arte, se sienten capacitados para encontrar lo extraordinario en lo ordinario» (p. 67).
Para más información sobre el libro de Rachelle Doorley, haga clic aquí.
Inicie esta exploración ofreciendo a los niños materiales encontrados y naturales para pintar, exprimiendo pequeñas cantidades de pintura sobre los objetos y permitiendo que los niños pinten. Rachelle Doorley recomienda un plato de papel o una caja de cereales. Para una experiencia artística desordenada, las pinturas de témpera y acuarela suelen ser las mejores para la infancia porque son lavables. El acrílico, aunque se pega a todo, no es lavable y mancha la ropa.
Menciona la importancia de seguir la experiencia con una conversación, haciendo preguntas como «¿Cómo fue pintar sobre este objeto? ¿En qué se diferencia de pintar sobre papel? ¿Qué prefieres? ¿Sobre qué otros objetos podríamos pintar?».
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