El Día de la Tierra puede ser una fuente de inspiración para los proveedores de atención y aprendizaje en la primera infancia, invitándoles a refrescar su plan de estudios con actividades relacionadas con la naturaleza y nuestra conexión con el mundo natural. Los niños pequeños están ansiosos por saber más sobre los seres vivos que encuentran cada día, y podemos apoyar su sentido de la curiosidad expresando nuestro entusiasmo y cuidado por el entorno natural. Cuando los niños aprenden desde pequeños a disfrutar y apreciar la naturaleza, desarrollan un sentimiento de compasión por el mundo en que viven. Este artículo ofrece ideas para que los educadores y cuidadores fomenten la conexión de los niños con el entorno natural y allanen el camino para que se conviertan en cuidadores conscientes de la Tierra.
Apoyar la conexión de los niños pequeños con el planeta tiene muchos beneficios. Un a rtículo de Edutopia señala: “Cuando los niños pequeños pasan tiempo en entornos naturales, mejoran sus habilidades cognitivas, sociales y emocionales, y de comunicación. La conexión con la naturaleza amplía el desarrollo cerebral, fomenta la interacción social y proporciona un entorno propicio para el juego imaginario, el descubrimiento, el asombro y la curiosidad sin esfuerzo.”
Crear una conexión con el medio ambiente también es bueno para el planeta. Una de las mejores formas de proteger nuestro planeta es ayudar a los niños a crecer con un amor por la Tierra que les inspire el deseo de cuidarla y preservarla. Cuando ayudamos a los niños pequeños a reconocer la belleza de la naturaleza y todas las formas en que estamos conectados con el planeta, es más probable que quieran protegerlo cuando crezcan.
Cuando estés al aire libre con los niños a tu cargo, enséñales cómo se cuida el planeta. Puedes hacerlo regando las plantas del jardín, colocando comederos para pájaros o plantando flores frescas. Los niños pequeños aprenden mucho observando a los adultos de su vida. Podemos enseñarles a sentir empatía y compasión por nuestro planeta mostrándoles cómo cuidamos del medio ambiente.
Cultivar frutas y verduras en el espacio de aprendizaje de tu programa de educación infantil es una forma estupenda de ayudar a los niños pequeños a aprender a cuidar el medio ambiente. Incluso un pequeño espacio ajardinado, o una zona interior con plantas en macetas, muestra a los niños que cuando cuidamos la tierra y cultivamos plantas, ¡nuestro planeta nos proporciona alimentos nutritivos y deliciosos para comer! La Dra. Ruth Wilsonconsultora educativa con un doctorado en educación infantil y primaria, describe este proceso: “Un jardín -ya sea en una maceta o en un terreno- puede ayudar a los niños a empatizar con la fragilidad del medio ambiente a través de las plantas. A medida que los niños aprenden sobre la maravilla de las semillas, el crecimiento de nuevas raíces tiernas y la necesidad que tienen las plantas de agua no contaminada, también aprenderán sobre la toma de perspectiva ecológica.”
Hierbas como la menta, el perejil y la albahaca pueden cultivarse en macetas dentro de tu aula. Si tienes espacio al aire libre, puedes probar a plantar zanahorias, tomates o bayas, dependiendo del suelo y de la cantidad de sol que reciba tu jardín.
Las historias sobre flores, animales, árboles, bichos y demás aprovechan la curiosidad de los niños por el mundo natural y ofrecen magníficas oportunidades para crear conversaciones significativas sobre nuestra conexión con la naturaleza. Los libros que incluyen historias sobre niños que cuidan del planeta permiten a los pequeños reconocer las formas en que ellos también interactúan con la naturaleza. A medida que los niños exploran y aprenden sobre su entorno, empiezan a desarrollar una relación con la naturaleza y un sentimiento de conexión y cuidado de nuestro planeta.
Algunos libros que te puede gustar compartir con niños pequeños son…
A los niños les fascinan los insectos, los animales y la vida vegetal que encuentran en su entorno cotidiano. Puedes aprovechar este interés señalando el modo en que los distintos elementos de la naturaleza se refuerzan mutuamente, como el alimento que las plantas y las semillas proporcionan a los animales, el modo en que las lombrices y otros insectos mejoran la salud del suelo y los hogares que los animales encuentran en los árboles y bajo tierra.
Invita a los más pequeños a salir al exterior con prismáticos o lupas para explorar y observar la naturaleza de cerca. También puedes ir a dar un paseo por la naturaleza o búsqueda del tesoro para invitarles a descubrir la variedad de colores, formas y texturas de tu espacio exterior. Estas sencillas actividades profundizarán la comprensión de los niños sobre el planeta y les ayudarán a sentir empatía hacia su bienestar.
