Al entrar en el nuevo año, muchos nos sentimos aliviados de dejar atrás el tumultuoso año 2020. Durante este tiempo, a menudo pensamos en empezar de nuevo haciendo propósitos y fijando metas.
Sin embargo, este Año Nuevo es diferente, porque sabemos que muchas de las limitaciones e incertidumbres de 2020 continuarán al menos durante la primera parte de 2021. Aunque fijarse objetivos puede ser un acto positivo, este año podría ser más útil visualizar cómo sería un 2021 feliz y satisfactorio. El nuevo año nos ofrece a cada uno la oportunidad de volvernos hacia dentro y pensar en cómo podemos crear hábitos de autocompasión y autocuidado. Podemos «resolver» ser amables con nosotros mismos al incorporar estos nuevos hábitos a nuestras vidas, reconociendo que cometer errores forma parte del proceso de creación de hábitos.
5 «Propósitos» saludables para el Año Nuevo
-
Este año, pienso ser más compasiva conmigo misma. Puede que 2020 haya sido un año lleno de retos, pero también fue un tiempo para que aprendiéramos realmente sobre nosotros mismos. Aprendimos cómo gestionamos el estrés, la importancia del autocuidado y a quién podemos recurrir cuando lo necesitamos. También aprendimos que puede ser muy fácil ser duros con nosotros mismos cuando estamos abrumados. Podemos facilitar el 2021 siendo amables con nosotros mismos. No pasa nada si tu día ha sido menos productivo de lo habitual y si no has completado todo lo que tenías en tu lista de tareas pendientes. Hablamos con nosotros mismos todo el día: es importante que las palabras que nos digamos a nosotros mismos muestren el mismo tipo de compasión y sensibilidad que nos gustaría mostrar a los demás.
-
Este año pienso explorar nuevas aficiones. Al seguir refugiándonos en nuestro lugar, muchos de nosotros hemos caído en rutinas estancadas de estar en casa que no dejan espacio para la creatividad y el juego. Sabemos que los pequeños prosperan y aprenden jugando, ¡y lo mismo ocurre con los mayores! En el nuevo año, desafíate a probar algunos pasatiempos que creas que te pueden gustar. Quizá pruebes una clase gratuita de dibujo en YouTube o una nueva receta o estilo de cocina. Sea lo que sea, es bueno concederse tiempo para la diversión y las nuevas experiencias de vez en cuando.
-
Este año pienso mover más mi cuerpo. Una de las mejores formas de practicar el autocuidado es a través del movimiento. Desde salir a dar un paseo hasta probar una clase gratuita de yoga o danza en YouTube, hay muchas formas diferentes de moverse y cuidar tu cuerpo y tu mente. Lo mejor de estas actividades es que se pueden disfrutar a solas o en compañía, por lo que son fáciles de encajar en tu vida y en tu rutina. Anímate colocando las zapatillas de andar por casa junto a la cama para acordarte de salir a dar un paseo a primera hora de la mañana, o haciendo una lista de reproducción con tus canciones favoritas para escucharlas mientras haces ejercicio. Estos sencillos cambios te ayudarán a prepararte para el éxito.
-
Este año pienso practicar la gratitud. Durante el año pasado, muchos de nosotros tuvimos que hacer frente a diversas pérdidas, como la pérdida de trabajo, de ingresos, de contactos o incluso de seres queridos. Es importante darnos tiempo para lamentarnos, pero también para apreciar una de las lecciones de la pérdida, que es que la vida es preciosa. Una forma de levantar el ánimo es pensar en las cosas buenas que tenemos y recordarnos lo bueno que aún está por llegar. Este hábito de gratitud debería incluir la autogratitud, dedicando tiempo cada día a apreciarte a ti mismo y a tus logros, incluso los más pequeños.
-
Este año, pienso permitirme hacer pausas. Los hábitos de autocompasión y autogratitud surgen de forma más natural cuando hacemos pausas a lo largo del día. Darnos unos minutos de descanso para pasar del hacer al ser es una técnica importante para manejar los sentimientos de agobio y estrés. Para desarrollar el hábito de la pausa, déjate notas adhesivas donde sea probable que las veas, con mensajes como «Siéntate», «Respira hondo», «Escucha una canción», «Estírate hacia el cielo» o «Cierra los ojos y piensa en (una persona, tu color favorito, una suave brisa cálida… o cualquier otra cosa que te hable)». Puede ser fácil quedar tan atrapado en largas listas de tareas pendientes que hacer una pausa parece imposible. No sólo es posible, sino que es beneficioso, e incluso podría ayudarte a avanzar en esa lista de tareas pendientes.