Los educadores y cuidadores que trabajan con niños pequeños saben que el juego es una parte crucial del aprendizaje de los niños pequeños. Como los niños son curiosos e inquisitivos por naturaleza, les gusta explorar, hacer nuevos descubrimientos y aprender sobre el mundo que les rodea. Este aprendizaje basado en el juego desarrolla tanto las habilidades académicas como las de relación.
En este artículo, analizamos las numerosas formas en que los niños aprenden a través del juego y consideramos los beneficios de un plan de estudios basado en el juego.
¿Cómo aprenden los niños a través del juego?
En un artículo para NAEYC, David Elkind, profesor emérito de Desarrollo Infantil en la Universidad de Tufts y autor del popular libro
El poder del juego
explica que el juego ayuda a los niños a adquirir destrezas y conocimientos en todos los ámbitos, desde el socioemocional hasta el lingüístico, pasando por el cognitivo, el de autoayuda y el motor. Elkind señala que «el juego es el vehículo para ayudar a los niños a progresar hacia los objetivos de aprendizaje… Construye habilidades que utilizarán a lo largo de su vida, como la resolución de problemas, la interacción y la negociación con los demás, el procesamiento de las emociones, la asunción de riesgos, la flexibilidad, la resiliencia y la autodirección».
Cuando observamos a los niños mientras juegan, puede que no resulte evidente de inmediato cuánto aprendizaje se está produciendo en realidad. Stuart Brown, fundador de el Instituto Nacional del Juego, añade que «mientras los niños juegan con bloques, hacen pasteles de barro y lanzan pelotas, están abonando constantemente el crecimiento neuronal e integrando áreas complejas que ofrece el mundo natural… Los niños necesitan un juego libre y organizado para maximizar su potencial. Nada ilumina el cerebro de un niño como el juego.«
¿Cómo se transforma el juego?
A medida que los niños se desarrollan, su juego se vuelve cada vez más complejo. El juego de los bebés y los niños pequeños será diferente de las interacciones lúdicas de los preescolares, pero el juego es igual de importante en cada etapa del desarrollo. A medida que los niños crecen, podemos ver cómo se transforma su juego al asumir nuevos retos, probar cosas nuevas y aprender nuevas habilidades.