El término aprendizaje basado en el juego se ha hecho cada vez más popular en los círculos de aprendizaje temprano, ya que cada vez más aulas adoptan este estilo curricular.
Esta semana, exploramos cómo es realmente el aprendizaje basado en el juego e identificamos los beneficios de aprender jugando. Comprender el aprendizaje basado en el juego le ayudará a decidir si quiere incorporarlo a su propio programa. Una comprensión más profunda también le dará herramientas para articular los beneficios del aprendizaje basado en el juego a los padres curiosos.
¿Qué es el aprendizaje basado en el juego?
El aprendizaje y el juego están intrínsecamente ligados, especialmente en los primeros cinco años. Los niños utilizan el juego como una forma de explorar, investigar y hacer nuevos descubrimientos. También utilizan el juego como medio para establecer relaciones y amistades con sus compañeros. Según The Conversation El aprendizaje basado en el juego aprovecha la motivación natural de los niños para jugar y la utiliza como «contexto para el aprendizaje». En este contexto, los niños pueden explorar, experimentar, descubrir y resolver problemas de forma imaginativa y lúdica. Un enfoque basado en el juego implica tanto el aprendizaje iniciado por el niño como el apoyado por el profesor. El profesor fomenta el aprendizaje y la indagación de los niños mediante interacciones que pretenden llevar su pensamiento a niveles superiores.»
Cuando los niños juegan al aire libre, hacen un dibujo, construyen con legos o participan en juegos dramáticos con sus compañeros, están aprendiendo valiosas habilidades académicas y sociales que serán importantes para ellos más adelante.
¿Cuáles son los beneficios?
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Apoya las habilidades lingüísticas y de alfabetización: Participar en juegos activos desde una edad temprana fomenta el desarrollo de las habilidades lingüísticas. El vocabulario de un niño crece y se desarrolla en la conversación durante y sobre el juego. El contexto del juego permite que esto ocurra de forma agradable y natural. Además, los juegos que incluyen música y rimas favorecen el desarrollo de las habilidades de alfabetización temprana, como la escucha y el reconocimiento de sonidos.
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Apoya el desarrollo de las habilidades sociales: Según la NAEYC, a través del juego los niños pueden aprender valiosas habilidades como la colaboración, la cooperación, la comunicación e incluso la confianza en sí mismos. Cuando los niños juegan con sus compañeros, aprenden a trabajar en equipo y a establecer relaciones con sus amigos. A través de sus interacciones, están aprendiendo importantes habilidades sociales para su futuro.
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Ayuda a los niños a aprender las primeras habilidades matemáticas: Hay muchas maneras de incorporar las habilidades matemáticas fundamentales en el juego. Cuando los niños juegan con bloques y rompecabezas, por ejemplo, están participando en el razonamiento espacial. El juego dramático que incluye una caja registradora o una compra ofrece la oportunidad de contar, sumar y restar. Construir con Legos y otros bloques implica conceptos de forma, tamaño y geometría. Cuando los niños fingen que cocinan, se les puede animar a practicar la medición e incluso a trabajar con fracciones. Cada una de estas habilidades ayudará a la preparación del jardín de infancia y a la preparación para el éxito académico posterior.
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Fomenta un mayor compromiso: Acciones de NAEYC que «el aprendizaje que surge a través del juego es profundo y significativo para los niños, porque ellos mismos lo han formado. El juego ayuda a los niños a dar sentido a su mundo y les da la oportunidad de aprender a llevarse bien, a pensar, a comunicarse, a tomar decisiones, a retrasar la gratificación, a resolver problemas y a ganar confianza.»
¿Cuál es el papel del profesor?
Como educador de la primera infancia, su papel en el aprendizaje de los niños es vital. Las habilidades que los niños aprenden a su cargo sentarán las bases para el éxito académico posterior y la creación de relaciones en la escuela primaria y en la edad adulta.
Entonces, ¿cómo crear un plan de estudios que fomente la exploración y el juego? ¿Cómo podemos animar a los niños a que inicien sus propias experiencias de juego, y luego mejorar cada experiencia a través de conversaciones que provoquen el desarrollo cognitivo y académico?
Crear un entorno de clase rico y atractivo
Una de las mejores maneras de apoyar el aprendizaje basado en el juego es preparar el entorno de nuestras aulas de manera que inspire la creatividad y el descubrimiento. Podemos proporcionar muchos libros y materiales de aprendizaje abiertos, como bloques, legos y materiales de arte. La educadora de la primera infancia, Tina Gabel, MEd comparte, «El aprendizaje basado en el juego en su mejor momento utiliza el entorno como un tercer maestro … Un lugar donde cada actividad y objeto colocado en el espacio tiene un propósito, se suma al aprendizaje, y ayuda a andamiar la información a través de los dominios de aprendizaje.»
Dar tiempo a los niños
El aprendizaje profundo requiere tiempo. Los niños que participan en juegos reflexivos y significativos deben disponer de tiempo suficiente para explorar sus intereses. Si notas que los niños están especialmente interesados en un proyecto o actividad concreta, intenta respetar su tiempo permitiéndoles sumergirse en el juego sin interrupciones. Permita que se concentren, sean creativos y hagan preguntas antes de guiarlos a la siguiente actividad.
Introducir nuevas palabras, conceptos e ideas
Cuando observamos a los niños mientras juegan, podemos notar una oportunidad para un aprendizaje más profundo. Si vemos que los niños construyen una estructura con bloques, podemos introducir nuevos conceptos matemáticos haciendo preguntas como «¿Cuántos bloques tienes aquí? ¿Qué pasaría si te quito dos bloques… cuántos tendrías entonces?». Si a los niños les interesan los aviones que vuelan por encima de sus cabezas, puedes encontrar algunos libros que exploran los aviones, su mecánica y cómo vuelan. La clave es permitir que los niños dirijan la conversación y que se fijen en lo que les interesa, al tiempo que aprovechan las oportunidades para profundizar en el aprendizaje y la conversación.