Como profesionales de la educación infantil, sabemos que la organización de nuestras aulas es un elemento importante del aprendizaje de los niños. Crear espacios que inspiren a los niños a explorar les ayuda a desarrollar nuevas habilidades y alcanzar nuevos hitos. Los espacios de la EPI deben ser cálidos, acogedores y agradables para los más pequeños, con colores, texturas y materiales interesantes que despierten su sentido natural de la curiosidad y el juego.
Cómo influye el diseño del aula en el aprendizaje
Dado que los niños pequeños aprenden jugando, los entornos de la EPI que son acogedores y atractivos pueden tener un impacto positivo en el aprendizaje de los niños al fomentar la exploración lúdica.
En el texto,Educación Infantil: Convertirse en un profesional los autores explican: «Un entorno bien organizado debería potenciar el desarrollo de los niños a través del aprendizaje y el juego…La forma en que se diseña y configura el entorno físico influye en cómo se sienten, actúan y comportan los niños…».…El entorno físico es una imagen directa de la planificación del profesor y del aprendizaje del alumno. Es el lugar donde tanto profesores como alumnos pasarán la mayor parte del tiempo y un lugar que pueden considerar propio y con el que pueden relacionarse. Debe estar bien organizado, ser cómodo y agradable y ofrecer una variedad de manipulados para el desarrollo cognitivo, social, emocional y físico.»
Crear espacios reflexivos y atractivos
Tanto si trabajas en un centro como si diriges un centro de aprendizaje en casa, hay muchas formas sencillas de organizar tu espacio para hacerlo más atractivo e interesante para los más pequeños. Echa un vistazo a algunos de nuestros consejos a continuación para encontrar algunas sugerencias útiles para animar a los niños pequeños a jugar y explorar.
Tenga en cuenta el nivel del niño
Cuando eche un vistazo a su habitación, considere qué objetos están expuestos al nivel de los niños. ¿Hay cestas de las que puedan coger objetos fácilmente? ¿Se expone el arte de los niños a una altura en la que puedan verlo? Seleccionar los objetos que se guardarán y expondrán a la altura de los niños es una parte importante de la organización del aula.
Para animar a los niños a explorar, queremos asegurarnos de que haya materiales a su altura a los que puedan acceder por sí solos. Por ejemplo, cestas con libros, muñecas, bloques, ropa para disfrazarse, Magna-Tiles y otros objetos infantiles que puedan explorar. En estos materiales, también puede ser útil incluir una variedad de texturas y colores, para que resulten emocionantes e inviten a los niños a jugar con ellos y explorarlos. Cuando se ofrece al niño una variedad de materiales interesantes y atractivos a su nivel, es más probable que se comprometa con ellos, lo que crea ricas oportunidades de aprendizaje a través del juego.
Incluir a las familias
Cuando los niños se sienten seguros, cuidados y acogidos, es más probable que jueguen y exploren libremente. Incorporar fotos de las familias de los niños en el aula puede ayudar a establecer un vínculo entre la vida en casa y en la escuela y contribuir a crear un sentimiento de seguridad y pertenencia en los niños. Esto puede hacerse colgando fotos en las paredes o haciendo álbumes de fotos que los niños puedan hojear. Estas fotos también pueden ser especialmente reconfortantes para los niños pequeños que echan de menos a sus familias o sufren ansiedad por la separación mientras están en el colegio.
Cuando los niños tienen una sensación de conexión entre el hogar y la escuela, se sienten más cómodos y libres para explorar el espacio del aula, lo que en última instancia favorece su aprendizaje y desarrollo.
Crear espacios abiertos
Aunque queremos asegurarnos de que haya una variedad de materiales atractivos para que los niños exploren en nuestras aulas, también queremos asegurarnos de que haya espacios abiertos. Cuando hay demasiados muebles y materiales unos encima de otros, puede resultar difícil para los niños sentarse juntos y jugar con sus compañeros.
En las aulas de EPI, es importante garantizar que haya espacios abiertos en los que puedan sentarse varios niños al mismo tiempo. Estos espacios fomentan la comunicación y la colaboración, ya que los niños trabajan con sus compañeros. Los espacios abiertos también crean oportunidades para que los niños se muevan libremente por la habitación, animándoles a explorar y participar en todo lo que el espacio ofrece.
Lleve la naturaleza al interior
Incorporar la naturaleza al aula no sólo ayuda a crear un entorno tranquilo para los más pequeños, sino que también es una forma estupenda de despertar la curiosidad y el sentido de la indagación de los niños. Los elementos naturales pueden incorporarse a la clase colocando plantas en el aula para que los niños las observen y ayuden a cuidarlas, trayendo flores u hojas para incorporarlas a un proyecto artístico, o simplemente abriendo las persianas y dejando que entre la luz natural del exterior. La naturaleza aporta al aula una gran variedad de texturas y colores que despiertan el sentido natural de asombro de los niños por el mundo que les rodea y les anima a explorar, preguntar e investigar.