Como respuesta al COVID-19, muchos de los programas de aprendizaje temprano están tratando de mover sus curriculum y actividades al aire libre. Este aprendizaje se beneficia del aire fresco y de los espacios abiertos, ayudando así a los educadores de aprendizaje temprano a cumplir con las nuevas normativas y requerimientos de distanciamiento social.
La mayoría de los programas incluían dentro de su curriculum de por sí tiempo al aire libre, más el hecho de tener las clases afuera va un paso más lejos en cuanto a priorizar el tiempo que se pasa fuera. Los materiales del currículum y de las clases que usualmente usamos dentro del salón se sacan de éste y se disfrutan en la naturaleza.
Además de proveer una solución a los retos del distanciamiento social, el aprender al aire libre trae muchos beneficios en la formación de los niños. Los investigadores han encontrado que cuando los niños aprenden al aire libre tienden a participar más en juegos creativos, se mantienen más saludables y dominan mejor sus capacidades de auto-disciplina, toma de decisiones y resolución de problemas. Explorar y disfrutar el aire libre también los estimula para que tengan una visión del mundo con actitudes más firmes en cuanto al ambiente y las conductas cívicas.
El concepto de estas clases al aire libre son nuevas para muchos de los profesionales dedicados al aprendizaje temprano, pero algunos programas han sido diseñados para tener todo su currículum fuera. Estos programas al aire libre pueden ser una fuente de inspiración y de ideas para los programas que se interesen en trasladar algunas actividades de aprendizaje en ambientes abiertos. Uno de los modelos más populares de este tipo de currículum es el enfoque de The Forest School.
Algunos de los principios fundamentales de la escuela del bosque [Forest School] pueden copiarse y adaptarse a los objetivos de sus propios programas al aire libre, incluyendo…
Aprendizaje basado en juegos, dirigido a los niños: Los niños aprenden mientras juegan. En lugar de que los maestros planifiquen las lecciones del día, los niños tomarán la iniciativa y participarán en juegos libres. Los maestros y los cuidadores apoyarán el interés natural de los niños siguiendo su dinamismo y trabajando junto con ellos respaldando su aprendizaje.
Interacción directa con el ambiente: Los niños disfrutan cuando interactúan con la naturaleza. Desde jugar en el lodo hasta construir con palos, los maestros y cuidadores estimulan las oportunidades del trabajo con materiales naturales y la conexión con la naturaleza.
Énfasis en comunidad y colaboración: Al jugar unos con otros, los niños aprenden a solucionar problemas, a comunicarse entre ellos, a compartir ideas y a capacitarse juntos. Las Forest Schools son incluyentes y acogen miembros de la comunidad con intereses, necesidades y orígenes diferentes.
El crear un salón de clases al aire libre podría sonar como una tarea enorme, pero hay maneras en que se pueden intercambiar las partes del día en la naturaleza.
Si usted acostumbra a tener los círculos puertas adentro, podría considerar cambiarlas para fuera. Lo único que necesita sacar son algunas cosas (por ejemplo, una lona grande, toallas, cobijas, etc.) para formar un círculo donde los niños se sienten, además de algunos libros funcionan bien para leerlos en voz alta. El hacer esta actividad al aire libre permite que los niños estén más distanciados unos de los otros que si estuvieran dentro de un salón de clases.
Los libros favoritos de los niños pueden llevarse fuera fácilmente para que puedan ser disfrutados individualmente. Usted podría seleccionar algunos libros de su propia biblioteca para sacarlos cada mañana y regresarlos al salón de clases en las noches.
Una de las mejores partes de estar al aire libre es que la naturaleza ofrece muchos materiales fabulosos para que los niños trabajen con ellos. Desde flores hasta hojas, desde palos hasta rocas, los niños encontrarán gran cantidad de objetos que proveen muchas oportunidades para juegos creativos.
Objetos un poco más grandes, como los troncos de los árboles ayudan al desarrollo de habilidades motoras gruesas en los niños, tales como las prácticas de equilibrio y salto.
¿Tiene usted unas cajas con legos, magnetos y otros manipulantes en su salón de clases? Estos objetos también pueden sacarse fuera. Usted pudiera extender una manta grande para que los niños se sienten en ella mientras juegan con los objetos, o puede colocarlos encima de una mesa. Para evitar la transmisión de gérmenes, usted también puede preparar bolsas individuales con materiales. Esas bolsas también las puede sacar.
Para estimular las expresiones creativas al aire libre puede llevar marcadores, crayones, lápices y papeles. Para dar algunas indicaciones divertidas, usted puede colocar algunas flores y hojas y estimular a que los niños dibujen lo que están viendo.