LENA, una organización sin fines de lucro basada en investigación, y cuya misión es ayudar a acelerar el desarrollo del lenguaje en niños desde el nacimiento hasta los tres años de edad, refiere también estos mismos intercambios y los llama “turnos de conversación.” El artículo de LENA, Comprendiendo los Turnos de Conversación, explica que esos intercambios de acá para allá describe una variedad de diferentes maneras en que los niños pequeños se comunican, y agrega que: “cualquier sonido parecido a lenguaje que no sea un lloriqueo cuenta como si fuera un turno — desde el arrullo de un bebé hasta las palabras de un niño pequeño (así sean estas reales o inventadas).”
Hablando CON — en lugar de hablándole A los niños
Aquí queremos exponer algunos conceptos erróneos con respecto a la manera en que nuestras conversaciones con los niños los ayudan para desarrollar sus capacidades lingüísticas. Lo que es importante es recordar que no se trata únicamente de hablar CON los niños sino de crear oportunidades para conversar con ellos. Estos intercambios de palabras y sonidos de aquí para allá le dan a los niños la oportunidad de practicar habilidades lingüísticas importantes. Cuando hablamos CON los niños los involucramos en la conversación, los comprometemos con su proceso de aprendizaje y ponemos en funcionamiento conexiones neurales importantes.
Meredith Rowe, EdD, profesora de la Escuela de Estudios Superiores de Educación en la Universidad de Harvard, añade que “nuestro trabajo muestra que la calidad de lo que hablamos es más importante que la cantidad, y que los niños, mientras más involucrado están en las conversaciones, aprenden más…Son las conversaciones las que son las claves para el aprendizaje. Quizás es aún más importante que aprender palabras, es la adquisición de conocimientos, ya que las palabras traen consigo conceptos e ideas.”
Poniéndolo en práctica
El Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard explica: “Cuando los cuidadores son sensibles y responsables ante las señales y las necesidades de los niños pequeños, proveen además un ambiente enriquecido que da y recibe experiencias.”
A medida que usted se preocupa por los pequeños, piense en hablar con ellos durante todo el día Hábleles sobre lo que va a comer para el almuerzo o cuáles son las actividades que tiene planificadas para el día, y después hágales preguntas para involucrarlos en la conversación. Lo mejor de estas conversaciones es que pueden ocurrir en cualquier momento. Estos intercambios son especialmente decisivos para los infantes cuyas habilidades lingüísticas están aún emergiendo. Responda a los arrullos, a los balbuceos y a los sonidos para estimular las conversaciones. Estos intercambios de idas y venidas son excelentes oportunidades para formar el cerebro — además de que son también oportunidades para crear vínculos con los niños que están bajo su cuidado!