Las relaciones solidarias y saludables son partes vitales en el desarrollo de la infancia temprana y más allá de ella. Desde tan temprano como la infancia, los pequeños sonríen y hacen contacto visual con los demás tratando de hacer contacto con ellos. Mientras hacen la transición a la primera infancia y luego como preescolares, los niños tratarán de encontrar intereses en común mientras comparten actividades y juegos con sus compañeros. Como educadores podemos apoyar esas interacciones presentando a los niños que están bajo nuestros cuidados las destrezas y cualidades que los ayudarán a formar amistades significativas.
Beneficios de la amistad en la infancia temprana
La amistad a nivel de la infancia temprana y preescolar representa oportunidades muy valiosas para el aprendizaje, el desarrollo del lenguaje y las destrezas socio-emocionales. Estas experiencias serán fundamentales para el desarrollo de las habilidades a desarrollar en el transcurso de la vida, incluyendo…
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Empatía: Los niños pueden aprender mucho sobre el mundo que los rodea a través de sus amistades. Sin importar la edad, todos nos beneficiamos cuando pasamos ratos con personas que tienen variadas perspectivas y experiencias de vida. Al entusiasmar a los pequeños a hacer amistades entre ellos ayudamos a crear un ambiente donde los niños de diferentes orígenes puedan cultivar la empatía y el entendimiento.
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Sensibilidad: A través de las amistades los niños aprenden lo que se siente cuando se preocupan por los demás y cuando los otros se preocupan por ellos también. Aún en los días cuando no están de ánimo, tendrán la oportunidad de experimentar las alegrías y el apoyo que provee la amistad. El sentirse bien cuando se tienen amistades puede inspirar a los niños a pasar los mismos cuidados y sensibilidad a los demás.
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Pertenencia: Cuando se forman relaciones positivas en nuestros programas de educación temprana, el proceso de aprendizaje se vuelve más dichoso y alegre. Las amistades en esa etapa de la vida contribuyen a la sensación de felicidad y pertenencia mientras están en la escuela.
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Comunicación: Cuando los niños juegan con sus compañeros también están construyendo bases muy valiosas en sus destrezas de comunicación. Los juegos y las actividades compartidas, las actividades de actuación, así como la generación de ideas y conversaciones, entre las muchas experiencias interactivas ayudarán a los niños a aprender nuevas palabras, a desarrollar el lenguaje y a practicar expresarse por sí mismos.
Diferencias en personalidad & relaciones
Mientras ayudamos a los niños a aprender a hacer amigos debemos recordar algo importante. Cada niño es único, con su propia personalidad que lo caracteriza, con su temperamento y sus límites. Podemos demostrar modelos de inclusión en los niños bajo nuestros cuidados al ser amables y creando espacios de aprendizaje incluyentes que celebren las individualidades de cada pequeño.
Como consecuencia de sus diferencias, los niños que están bajo su cuidado se llevarán mejor con unos y no tan bien con otros, y eso es aceptable. No todos tienen que ser los mejores amigos. Podemos ayudarlos a ser gentiles con cada miembro de la comunidad de la clase, incluyendo aquellos que no se llevan particularmente bien.
3 Destrezas esenciales de la amistad
1. Escuchar
Para poder disfrutar juntos de los juegos, los niños deben aprender a escuchar, a entender y a seguir las reglas de ellos. En un artículo de Teach Early Years (enseñar en los primeros años), la maestra de preescolar y kindergarten, Eleanor Johnson, describe la conexión entre las destrezas de saber escuchar y las amistades tempranas: “Dificultades con la escucha y la atención pueden tener un impacto en los juegos de los niños y sus habilidades para hacer amistades…si los niños se distraen fácilmente se encontrarán en situaciones en las que les será más difícil mantenerse dentro del grupo que juega y de los beneficios asociados que traen ellos…desarrollo de lenguaje y destrezas sociales.” Para apoyar el desarrollo de las habilidades de saber escuchar, Johnson comparte las siguientes recomendaciones:
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Incorpore actividades de escuchar de manera regular dentro de su curriculum. Simple, juegos interactivos como Luz Roja, Luz Verde y Simon Dice pueden ayudar a los niños con sus habilidades de escuchar y prestar atención, que los ayudará a ser buenos comunicadores.
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Use los momentos de cuentacuentos para practicar el saber escuchar. Mientras lea libros con los niños en grupos grandes podemos estimular a los niños a que practiquen sus habilidades de escuchar, que puede lograrse haciendo pausas para preguntar a los pequeños sobre las historias que se leen, como por ejemplo, “¿Qué piensas que este personaje va a hacer? ” o “¿Qué animales aparecen en la imágen?” Este tipo de preguntas alientan a los pequeños a enfocarse, a escuchar, a procesar y a responder con esmero.
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Cree espacios donde los niños puedan pasar tiempos en tranquilidad. A veces las clases son tan bulliciosas que pueden ser abrumadoras, y en consecuencia dificulta que los niños presten atención y escuchen detenidamente. Es en dichos momentos que es de ayuda tener un espacio acogedor y seguro en el que se puedan tener descansos y luego regresar al grupo frescos y listos para enfocarse.
2. Tomar turnos
Para que los niños jueguen con sus compañeros deben aprender a compartir y a tomar turnos con los materiales que se les ofrecen en las clases. En un artículo del U.S. Department of Education’s Technical Assistance Center on Social Emotional Intervention for Young Children (TACSEI) se explica que los niños no nacen sabiendo tomar turnos. Es una destreza que se les debe enseñar…Para que aprendan a hacerlo exitosamente necesitarán mucha práctica, ayuda y estímulo.” Para ayudar con la práctica de esas habilidades en el salón de clases, el artículo comparte las siguientes sugerencias:
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Use un cronómetro. Esperar es mucho más difícil para los niños que no entienden las expectativas de los turnos. Es más fácil tener un reloj de arena o una canción con la que los niños pueden monitorear el tiempo y saber cuándo les llega su turno.
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Incluya tomar turnos a la hora de jugar. Casi la mayoría de los juguetes o actividades pueden transformarse en juegos donde se deban tomar turnos. Anime a los pequeños a hacerlo con sus actividades favoritas, por ejemplo, deslizándose por el tobogán, usando el columpio, jugando con los carritos de carreras o poniéndose una vestimenta popular.
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Celebre los logros. Aliente a los pequeños con lenguajes positivos cuando los vea esperar pacientemente o cuando compartan con los amigos. Usted puede decirles algo como , “He notado que has estado esperando tu turno para usar el columpio – esperar puede ser difícil pero tú lo estás haciendo muy bien. ¡Choca los cinco!I ”
3. Solución de conflictos
Las diferencias en las necesidades, preferencias y personalidades de los niños en cualquiera de los programas de aprendizaje temprano pueden ser la fuente de conflictos. En un artículo para Community Playthings, la directora del programa de aprendizaje temprano, Cindy Finch describe un enfoque para transformar el conflicto en una experiencia de aprendizaje: “Cuando los adultos están preparados para enfocar un conflicto en el salón de clases terminan beneficiando a los niños. La resolución de los conflictos es una base importante para el aprendizaje y el crecimiento futuro. Un maestro que está preparado entiende que los conflictos conllevan un valor social y educacional en el desarrollo de los niños.”
Observando la forma en que los niños interactúan entre ellos durante un conflicto ayuda a los educadores de aprendizaje temprano a escoger la mejor respuesta ante el impase. Las siguientes estrategias son de ayuda:
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Espere y observe. Evite involucrarse en el conflicto muy rápido. Observe la interacción de los niños para ver si ellos pueden solucionar el impase por ellos mismos antes de que usted se implique en él. Con frecuencia los pequeños resolverán sus diferencias sin la intervención de los adultos.
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Participe activamente junto con los niños. Siéntese al lado de los niños cuando estén jugando y participe en la conversación cuando se presente el conflicto. Provea sus útiles comentarios con un lenguaje claro que ayude a los niños a ver la situación correctamente antes de que se vuelvan muy emocionales. Usted puede decir algo parecido a esto, «Ella quería los bloques de la ventana y tú también. Tú se los quitaste para tenerlos en ese momento…Vamos a pensar en qué podríamos hacer diferentemente para que las cosas sean más justas para todos.”
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Estimule a los niños a tomar tiempos de descanso. Cuando surgen los conflictos, las emociones pueden aumentar rápidamente. Los niños están aprendiendo a controlar sus emociones, y por ello pueden responder con rabia y agresión. En esos momentos debe alentar a los pequeños a que se tomen un descanso, lo que evitará conductas dañinas. Esta también es una oportunidad para enseñarles límites y hacerles entender que no siempre van a querer jugar con ellos.