Cada persona se desarrolla en el contexto de una serie de factores ambientales y relacionales. Por ejemplo, la comunidad, la cultura, la vida en casa, el entorno de aprendizaje, etc. El enfoque integral considera el aprendizaje, el crecimiento y el desarrollo de cada niño a la luz de los múltiples aspectos de su vida y de las interacciones entre sus experiencias vitales.
Los educadores Whole Child adoptan una visión integrada del desarrollo infantil teniendo en cuenta el desarrollo académico, la salud física y mental, el desarrollo socioemocional y cognitivo, y el sentido de sí mismo. Consideran a cada niño y familia de forma holística, con el fin de identificar y apoyar eficazmente los puntos fuertes y las necesidades únicas de cada niño..
Ventajas del enfoque integral
Informe de WestEd explica las ventajas del enfoque integral: «Cuando las escuelas adoptan un enfoque integral, observan una gran cantidad de resultados mejorados para los estudiantes, incluyendo mejora de la asistencia, el compromiso, la salud física y emocional y el rendimiento académico..»
Como educadores, sabemos lo importante que es desarrollar relaciones significativas con cada niño a nuestro cargo. El Enfoque Integral del Niño proporciona herramientas para encontrar a los niños donde están y para desarrollar relaciones significativas con cada uno de ellos. Cuando sabemos quién es cada niño, de dónde viene y cuáles son sus necesidades, podemos identificar los tipos de apoyo y recursos que son más útiles, pertinentes y solidarios..
Incorporar a la práctica el enfoque integral del niño
Aunque el enfoque integral del niño pueda parecer complejo, en realidad se ajusta estrechamente a la labor que ya realizan muchos proveedores de aprendizaje temprano para crear un entorno de aprendizaje acogedor y basado en las relaciones.
En Fundación Chan Zuckerberg
explica: «Un enfoque educativo integral es aquel que honra la humanidad de cada profesor y alumno, y es fundamental para preparar equitativamente a cada estudiante para que alcance su pleno potencial. Esto empieza por crear entornos de pertenencia y conexión para que alumnos y adultos se comprometan y prosperen.»
A continuación se presentan algunas oportunidades específicas para utilizar la perspectiva del niño en su aula.
- Crear tiempo para conectar con los niños de forma individual para facilitar una conexión y una relación más profundas. Con los niños mayores, pregúntales sobre su vida en casa, sus familias y qué tipo de cosas hacen los fines de semana. Esto puede hacerse en breves momentos a lo largo del día. Estas conversaciones ayudarán a los niños a sentirse valorados, al tiempo que le ayudarán a conocer mejor la cultura de cada uno y las comunidades en las que participan fuera de la escuela.
- Incorporar oportunidades para que los niños aprendan sobre la importancia de alimentos nutritivos
y movimiento regular. Experiencias positivas con la alimentación sana y el ejercicio físico en la primera infancia puede crear una base sólida para unos hábitos saludables a medida que los niños crecen.
- Observar a los niños mientras juegan para asegurarse de que participan y se sienten estimulados por los distintos materiales de que dispone en sus espacios de aprendizaje. Hable con ellos sobre qué tipo de cosas les gustan e intente incorporarlas a su aula. La exploración lúdica con los compañeros en el aula crea oportunidades de aprendizaje, crecimiento y desarrollo enriquecedores.
- Regularmente compartir recursos con las familias para apoyarles en el cuidado de sus hijos. Por ejemplo información sobre el desarrollo, actividades de apoyo al aprendizaje en casa información sobre eventos locales para toda la familia, etc. Hable con los padres a menudo para averiguar qué tipo de recursos e información les interesa recibir para saber cómo apoyar mejor las necesidades de su hijo.