El juego es una de las formas más poderosas que tienen los niños de aprender y crecer. Durante los primeros años, el juego de los niños se hace cada vez más social, activo y complejo, a medida que se desarrollan sus cuerpos y cerebros. Cuando los educadores comprenden cómo cambia el juego a lo largo del desarrollo, pueden apoyar más eficazmente el aprendizaje y el crecimiento de cada niño. En este artículo exploramos las etapas del juego y compartimos estrategias sencillas y prácticas para apoyar el desarrollo de los niños pequeños en cada una de ellas.
El juego de los niños cambia y evoluciona significativamente entre la infancia y la edad preescolar. Los bebés y los niños pequeños tienden a explorar de forma independiente, mientras que los niños mayores, que tienen más desarrolladas las habilidades socioemocionales, son más propensos a disfrutar con actividades basadas en el juego que implican la interacción con los compañeros.
La forma en que se desarrolla el juego fue estudiada por la investigadora y socióloga Mildred Partenque identificó seis etapas del juego durante la infancia. Aunque hay muchas formas de ver el juego y la conexión entre los estilos de juego y el desarrollo infantil, la teoría inicial de Parten sigue siendo útil para los educadores. Podemos utilizar las categorías de las etapas del juego para observar el modo en que juegan los niños a nuestro cuidado, darnos cuenta de la conexión entre su juego y el desarrollo de habilidades, y utilizar estrategias sencillas y eficaces para apoyar su desarrollo.
Es la principal forma de juego de la mayoría de los recién nacidos y lactantes. Durante esta etapa, los niños están ocupados observando su entorno inmediato y aclimatándose a su cuerpo. El juego despreocupado puede parecerse a un bebé que observa objetos a su alrededor, como una pelota que pasa rodando. Aunque este comportamiento pueda no parecer un juego, se basa en la curiosidad y la exploración, dos de los ingredientes clave del juego. Los bebés que juegan despreocupados se preparan para aprender jugando, desarrollando habilidades fundamentales como:
Los educadores pueden apoyar el desarrollo de los niños en esta etapa…
En el juego solitario, los niños exploran y realizan actividades por su cuenta, sin implicar a otras personas cercanas. Este tipo de juego suele surgir en la infancia tardía, cuando los pequeños tienen más movilidad y son capaces de explorar materiales de forma independiente. El juego solitario da a los niños la oportunidad de explorar libremente sus intereses y dominar nuevas habilidades. Durante esta etapa, los niños aprenden y desarrollan las siguientes habilidades:
Los educadores pueden apoyar el desarrollo de los niños en esta etapa…
Los niños que participan en el juego de espectador observan a sus compañeros jugar, y pueden demostrar interés haciendo preguntas o sugerencias, pero aún no participan en las actividades de juego con los demás. Esta etapa abre la puerta a una mayor interacción social en el juego y establece una base para la colaboración posterior. En esta etapa, los niños aprenden y desarrollan las siguientes habilidades:
Cuando los niños juegan como espectadores, los educadores pueden sentir la tentación de animarles a unirse al grupo. Sin embargo, es importante recordar que los niños aprenden mucho observando, y que permitirles que se unan a su tiempo fomenta la seguridad y la confianza en sí mismos. En esta etapa, podemos apoyar el desarrollo de los niños…
En el juego paralelo, los pequeños se sientan uno al lado del otro y trabajan con materiales similares, sin interactuar directamente. Puede tratarse de dos niños jugando con distintos objetos en el mismo cubo sensorial o de un grupo de preescolares trabajando en proyectos artísticos individuales sentados uno junto al otro. Este tipo de juego suele comenzar en la primera infancia, alrededor de los 2 años, y a menudo se considera un puente hacia tipos más avanzados de juego social. En esta etapa, los niños están aprendiendo y desarrollando las siguientes habilidades:
Cuando los niños participan en juegos paralelos, podemos apoyar sus intereses e interacciones con otros niños…
Durante el juego asociativo, los niños participan en actividades que implican una mayor interacción social, desviando su atención de los objetos que exploran hacia los niños con los que juegan. Los niños que disfrutan del juego asociativo pueden compartir materiales y ocupar el mismo espacio mientras construyen con legos o crean arte, pero no coordinan sus acciones para alcanzar un objetivo específico compartido. En esta etapa, los niños están aprendiendo y desarrollando las siguientes habilidades:
Cuando los niños participan en juegos asociativos, podemos proporcionarles apoyo…
En esta etapa del juego, las habilidades sociales más desarrolladas de los niños les permiten interactuar con sus compañeros de formas más complejas. Los niños juegan en grupos organizados que trabajan para conseguir un objetivo compartido o un producto final. Esto puede parecerse al juego dramático, en el que cada niño tiene un papel y responsabilidades que requieren coordinación, comunicación, colaboración y resolución de problemas. En esta etapa, los niños aprenden y desarrollan las siguientes habilidades:
Podemos apoyar un juego cooperativo más complejo…
Cuando incorporamos ideas de las etapas del juego a nuestro trabajo con niños pequeños, es importante tener en cuenta que estas etapas no siempre son lineales. Los niños pueden pasar de una a otra en función de su desarrollo, su comodidad, el entorno del aula y su personalidad única. Algunos niños pueden pasar más tiempo en una etapa que en otra, y algunos pueden llevar consigo aspectos de etapas anteriores a nuevas etapas. El viaje de cada niño a través del juego es único, y todas las formas de juego son valiosas para el aprendizaje y el crecimiento.