El verano ya está aquí, lo que proporciona a muchos educadores un poco de tiempo extra para practicar un poco de autocuidado. Dedicar tiempo a cuidarte durante el verano puede ayudarte a volver a tu trabajo sintiéndote renovado.
El Greater Good Science Center de la UC Berkeley compartió recientemente una lista de prácticas sencillas que pueden ayudar a los educadores a recargar las pilas y aprovechar al máximo las vacaciones de verano.
Consulta la lista completa de prácticas aquío consulta algunas de nuestras sugerencias favoritas a continuación.
1. Esbozar la serenidad
Como educadores, pasamos mucho tiempo en nuestras cabezas: planificando, procesando y considerando cómo apoyar mejor a los pequeños a nuestro cargo. Para activar una parte distinta de tu cerebro, puede que te guste esta práctica guiada de dibujo. This unique form of meditation has been found to increase emotional regulation, happiness, and creativity. No artistic talent required!
2. Saborear el silencio
Las aulas de educación infantil pueden ser ajetreadas y ruidosas. Aunque nos encanta oír los sonidos de los niños enfrascados en el aprendizaje, nuestras mentes y cuerpos también necesitan momentos de silencio para preservar una sensación de equilibrio y bienestar. De hecho, sólo dos minutos de silencio pueden reducir la tensión arterial y restablecer nuestro equilibrio. Experimenta los poderes reconstituyentes del silencio con esta práctica de mindfulness.
3. Notar la naturaleza
Los meses de verano suelen ofrecer más oportunidades para bajar el ritmo y disfrutar de la naturaleza. Busca un lugar favorito en la naturaleza e intenta esta práctica de conciencia plena para ayudarte a centrarte en tu entorno y experimentar una sensación de interconexión.