Las aulas de los pequeños aprendices están llenos de energía, de ruidos y de mucha actividad. Mientras eso pueda percibirse como si la clase fuese divertida y llena de entusiasmo, hay momentos en que se puede sentir agobiante. Todos queremos que nuestros niños se sientan bienvenidos para explorar y moverse en el aula, pero también queremos asegurarnos de que se mantenga un nivel de energía sano que no se salga fuera de control.
Cuando la energía de la clase llega a niveles muy altos, los niños comienzan a alzar la voz, a moverse más rápido y se les hace más difícil dedicarse a su aprendizaje. Abajo encontrará algunas recomendaciones para mantener el balance y alentar un ambiente más tranquilo en el salón de clases.
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Comience por usted. Lo más probable es que los niños se mantendrán más calmados mientras su líder esté tranquilo. Conservar su propio espacio mental es un componente especial en la energía del salón de clases. Recuerde respirar profundamente cuando se sienta abrumado y no tema pedirle ayuda al director o a otro maestro.
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Esté abierto a cambios en los horarios de las clases. El horario de las clases debe ser flexible, permitiendo que usted haga los ajustes necesarios para mantener el balance entre el flujo de energía y las actividades. Si durante el día hay momentos en los que el ambiente se puede sentir convulsionado, usted puede considerar hacer cambios que ayuden a que las cosas fluyan mejor. La configuración de la sala de clases, así como los horarios y el curriculum requieren actualizaciones constantes que apoyen las necesidades cambiantes de nuestros niños.
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Use plantas y flores frescas. El traer naturaleza al salón de clases es una manera fácil de crear un ambiente que se parezca al del hogar. Cuando los niños traen flores frescas de casa o plantas que encuentran mientras juegan afuera, pueden ponerlas en floreros en el aula. Si hay plantas vivas, se puede invitar a los niños a que las rieguen. Esto ayudará a que los chiquitos sientan orgullo de su clase y tengan un sentimiento de responsabilidad en el mantenimiento y respeto del salón.
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Incorpore una rutina significativa del presente y sin juicios para los niños. El enseñar herramientas importantes de vivir en el presente a los niños les proveerá de habilidades relevantes que llevarán consigo por el resto de sus vidas. Esta concientización ayudará a que los niños encuentren maneras de equilibrar su propia energía, lidiar con frustraciones y regular sus propias emociones. Mindful.org comparte un ejercicio breve que presenta a los niños “diferentes maneras de reconocer la fortaleza y la belleza de la naturaleza dentro de ellos mismos.”
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Mantenga limpio su salón de clases y evite el desorden. Los salones de clases pueden sentirse atosigantes cuando se presentan demasiadas opciones. Los materiales no deben estar todos afuera al mismo tiempo, más bien deben rotarse regularmente para dar nuevas opciones a los chicos cuando comienzan a mostrar menos interés en algún material en particular. Una vez por mes puede alternar los libros e incluso con algunos que se relacionen con la estación o con historias relevantes. También debe rotar los juegos dramáticos y presentar experiencias nuevas y frescas a los niños.
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Piense en el ambiente de su salón de clases. La iluminación puede hacer una gran diferencia en el estado de ánimo de la sala. Si su programa tiene una luz fluorescente muy fuerte, considere el uso de algunas lámparas alrededor del salón y usarlas en su lugar. BrightHub Education recomienda poner música de fondo suave y apacible o usar aceites esenciales (como la lavanda) para ayudar a mantener un ambiente tranquilo.
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Haga que los niños estén en movimiento. Si los niños en su clase tienen un día donde no quieren ni moverse, sería conveniente crear más tiempo dentro del horario para ayudar a quemar sus energías. Teaching 2 and 3 Year Olds recuerda que, “cuando los niños pequeños necesitan moverse, le están diciendo algo. En lugar de contradecirlos, acéptelo. Si puede sacarlos afuera para un receso más largo, o si tiene oportunidad de que estén en un gimnasio, HÁGALO. Déjelos correr, trepar y lanzar pelotas. Si no puede hacer eso, encuentre un área grande en su clase…encuentre música animada e invite a los chicos a mover su cuerpo entero.”
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Evite sorpresas. Los niños progresan cuando siguen una rutina y saben qué esperar. HiMama señala que cuando los niños se comportan de manera desordenada podría ser producto de la ansiedad y el estrés frente a actividades inesperadas y nuevas. La mejor manera de mantener a los niños calmados es prepararlos para el día y mantenerse dentro de lo programado.
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Cree un rincón acogedor. Un rincón acogedor es un área del salón de clases que tenga cobijas, almohadas, libros y cosas suaves donde los niños puedan ir a descansar y a sentirse cómodos. Community Playthings indica que “los rincones acogedores y los espacios juegan un papel importante desde el punto de vista educativo.” Los niños pasan mucho tiempo en los lugares de cuidado infantil, por lo tanto los educadores deben asegurarse que los chiquitos se sientan cómodos al proveerlos con espacios donde puedan relajarse. Usted puede arreglar alfombras, cojines, sillones moldeables y libros para crear un rincón acogedor donde los chiquillos puedan recostarse y estar solos. Recuerde que estos espacios deben estar lo más separados posibles del resto de la clase. Trate de no poner el rincón acogedor cerca de un área que sea especialmente ruidosa.