El termómetro de sentimientos, de la Oficina de Salud Mental Infantil de Wisconsin, es una herramienta visual que puede ayudar a todos (niños y adultos) a identificar y medir la intensidad de sus emociones, así como los pasos que pueden darse para cambiar el estado de ánimo cuando las cosas se ponen difíciles.
Al igual que un termómetro de temperatura, el termómetro de sentimientos mide la temperatura emocional. Comienza en el azul, la zona de calma, y va hasta el rojo, la zona de furia. A lo largo de las zonas, enumera actividades que pueden servir para ayudarnos a sentirnos menos enfadados, frustrados, ansiosos y tristes. Las investigaciones demuestran que el mero hecho de identificar una actividad tranquilizadora puede reducir la ansiedad… ¡Ser consciente de tus sentimientos es el primer paso!
Esta herramienta puede colocarse en el aula o en el programa para orientar las conversaciones con los niños sobre las emociones, y para que sirva de recordatorio a los adultos.
Uso del termómetro de sentimientos
Medir los sentimientos…
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Comparta el termómetro para comprobar cómo se sienten los alumnos; este ejercicio puede ser especialmente útil durante las reuniones matinales o durante otro momento en el que los niños puedan comprobar cómo se sienten en grupo
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Utilícelo para guiar la conversación o las revisiones 1 a 1 con los estudiantes
Haz a los alumnos preguntas como…
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¿Eres feliz (azul)? ¿Está preocupado (verde)?
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¿Hay alguien con quien puedas hablar de tus sentimientos?
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¿Cómo te sientes ahora? ¿Estás triste? Vamos a probar una actividad que puede ayudarte a sentirte mejor.
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