El comienzo de un nuevo año es un momento de reflexión y una oportunidad para aportar nuevas ideas a tu programa de aprendizaje temprano. En este artículo, te ofrecemos algunas prácticas rápidas y sencillas que te ayudarán a mantener tu enfoque consciente del nuevo año mucho más allá del 1 de enero. Estas breves actividades están pensadas para fomentar un ambiente tranquilo en el aula para los niños a tu cargo (¡y para ti!).
Incorpora pausas cerebrales
Una pausa cerebral es una actividad breve que ofrece a los niños la oportunidad de aliviar el estrés que sienten y restablecer su estado de ánimo. Puedes proporcionar un descanso cerebral escuchando una canción edificante y animando a los niños a bailar con ella, o jugando a un juego rápido que invite a los niños a mover el cuerpo.
Las siguientes pausas cerebrales son rápidas, divertidas y fáciles de incorporar a las rutinas de tu programa de aprendizaje temprano:
- Tómate 3 minutos para hacer algunos estiramientos o yoga para niños
antes de la siesta todos los días. Esto ayudará a los niños a relajarse y descansar.
- Incorpora un libro o una canción que fomente el movimiento en tu reunión matutina o en la rutina de la hora del círculo.
- Canta una canción tonta con los niños a tu cargo para invitar a la risa y la alegría compartidas, y fomentar un estado de ánimo más positivo a lo largo del día.
- Tómate un breve descanso para salir al exterior y soplar burbujas e invita a los niños a que intenten atraparlas y explotarlas. Esta breve pausa al aire libre invita a los niños a disfrutar del movimiento lúdico y a volver al interior con energías renovadas.
Sugiere una pausa cuando sea necesario
Las aulas de educación infantil son entornos de alta energía en los que los niños pueden sobreestimularse fácilmente. Sin darse cuenta, los niños pueden sentirse abrumados por la variedad de actividades, el gran volumen y la gran cantidad de cuerpos en su espacio.
Como adultos en la sala, podemos observar cómo se desenvuelven los niños a nuestro cuidado a lo largo del día y ayudarles a tomarse un momento de pausa cuando se sientan frustrados o abrumados. Cuando veas que un niño necesita un descanso, comprueba cómo se encuentra y anímale con calma a que se tome un breve momento para reagruparse, de modo que pueda volver con sus compañeros listo para volver a participar.
Practica tu propio autocuidado
Como educadores de programas de aprendizaje temprano muy ocupados, puede resultarnos difícil reservar un momento para nosotros mismos. Al mismo tiempo, sabemos que es importante hacer una pausa para examinarnos a lo largo del día, lo que nos permite mostrarnos lo mejor de nosotros mismos para los pequeños que están a nuestro cuidado.
Tomarse tiempo para autocuidado mientras estás en clase puede ser tan sencillo como hacer algunas pausas durante el día para disfrutar de una inspiración profunda seguida de una larga espiración. Otra opción es tener una lista de tus favoritos afirmaciones positivas a mano, para que puedas repetírtelas en los momentos de estrés.
También puede ser útil modelar tu práctica de autocuidado ante los niños diciéndoles: «Ahora mismo me siento un poco abrumado. Voy a hacer una pausa y respirar hondo dos veces antes de seguir adelante». Esto ayuda a los pequeños a tu cargo a aprender sobre el autocuidado y a comprender que es una herramienta importante. Incluso puedes invitarles a que te acompañen mientras respiras profundamente.