Los tomates vienen en una variedad de tamaños, colores, formas y variedades que se pueden observar, explorar, clasificar y convertir en una atractiva experiencia sensorial. He aquí una actividad fácil de preparar que explotará la curiosidad y el sentido del descubrimiento de los niños.
Recoge una variedad de tomates en tu tienda de comestibles local (o pregunta a las familias si tienen tomates cultivados en casa que puedan compartir con tu clase), y colócalos en una bandeja o recipiente grande. Intenta incluir tomates de distintos colores, formas y tamaños, y añade algunos que hayas cortado por la mitad, para que se pueda observar tanto el interior como el exterior de los tomates. Invita a los niños a fijarse en el color, el tamaño, la textura y el olor de cada tomate, y a observar las semejanzas y diferencias entre ellos.
También puedes apartar algunos tomates que aún estén unidos a sus tallos o a la enredadera, para que tú y los niños podáis hablar de dónde y cómo crecen los tomates. Al final de esta actividad sensorial, ¡ofrece a los niños unas rodajas limpias de tomate para que las prueben!
Libro infantil para acompañar la exploración del tomate
Los tomates crecen en la parra