Las aulas de educación infantil son lugares muy concurridos, ¡con mucha energía y actividad a lo largo del día! Este ajetreado entorno puede ser a la vez emocionante y abrumador para los niños pequeños, ya que socializan, se mueven por el aula y participan en actividades con sus compañeros. Podemos ayudar a los niños a sentirse cómodos durante el tiempo que pasen a nuestro cuidado estableciendo unas cuantas normas claras que les ayuden a comprender las rutinas diarias y las expectativas.
¿Cómo apoyan el aprendizaje las normas y las expectativas?
Como educadores de la primera infancia, sabemos que los niños aprenden mediante la exploración, la interacción social y el juego. Las expectativas del aula, claramente comunicadas, sirven como límites tranquilizadores dentro de los cuales los niños son libres de explorar. Sin normas claras, los niños pueden ponerse nerviosos en un entorno de atención temprana, inseguros sobre dónde pueden ir y qué se espera de ellos.
En su blog
Páginas Pre-K
profesora de educación infantil, consultora y redactora de planes de estudios, Vanessa Levin describe el valor de las expectativas en el aula: «Establecer expectativas de comportamiento es una forma de desarrollo social que afecta directamente a todo el aprendizaje en el aula. Si tu objetivo es que los alumnos tomen buenas decisiones, tanto si están contigo en el aula como fuera de ella, establecer expectativas debe ser tu máxima prioridad desde el primer día de clase. Cuando tengas normas y expectativas bien establecidas, tendrás alumnos seguros de sí mismos que resuelven problemas trabajando en colaboración con los demás.»
¿Cómo establezco expectativas de apoyo en mi clase?
Ten en cuenta la edad y el desarrollo de los niños
Como el cerebro y las capacidades cognitivas de los niños pequeños se desarrollan rápidamente, querrás establecer normas y expectativas adecuadas a su edad. Por ejemplo, tirar la comida al suelo durante la comida es un comportamiento adecuado para el desarrollo de los bebés, pero no es típico del comportamiento que se espera de los niños de preescolar. Establecer expectativas acordes con el progreso evolutivo del niño le prepara para el éxito y minimiza la frustración y las luchas de poder.
Incluir a los niños en el establecimiento de normas en clase
Al crear las normas y expectativas de la clase, puede ser útil implicar a los niños en el proceso. Durante una hora de círculo introductoria, habla con los niños sobre las expectativas que tienes para la clase y luego pregúntales qué normas les gustaría añadir. Esto ayuda a que los niños se sientan respetados e incluidos en el proceso, con lo que es mucho más probable que cumplan las normas.
Mantén rutinas coherentes
Los niños son mejores cuando hay coherencia y previsibilidad a lo largo del día. Mantener coherentes las expectativas de tu clase ayuda a los niños a sentirse seguros, ya que saben dónde estar y qué esperar mientras siguen las rutinas diarias del aula. Desviarse de las expectativas puede resultar confuso para los niños, lo que hace más difícil que se atengan a las normas de clase.
Evita el lenguaje abstracto
Dado que los niños pequeños son capaces de entender el lenguaje concreto antes de poder captar las palabras y los conceptos abstractos, es importante ceñirse a un lenguaje claro y concreto a la hora de establecer expectativas. Las instrucciones que utilizan frases abstractas como «sé respetuoso» o «cállate» no describen claramente el comportamiento deseado y pueden ser difíciles de entender para los niños pequeños. Intenta ceñirte a palabras que los niños conozcan y a frases que pidan acciones y comportamientos concretos, como «usad los pies para andar mientras estamos en clase» o «usemos nuestras voces interiores silenciosas como un ratón». De este modo, los niños entienden lo que se les pide y pueden seguirlo fácilmente.