La capacidad de reconocer, plantear y resolver problemas es fundamental para el éxito en todos los ámbitos de la vida, durante la infancia y después. Estas habilidades de resolución de problemas surgen a una edad temprana, y se nutren y refuerzan mediante actividades lúdicas de aprendizaje e interacciones positivas entre los niños pequeños y sus cuidadores adultos. En este artículo, exploramos el papel de la resolución de problemas en la primera infancia, y ofrecemos sugerencias y estrategias para apoyar y animar a los niños a nuestro cuidado mientras desarrollan estas importantes habilidades fundacionales.
¿Qué son las habilidades de resolución de problemas?
Las habilidades de resolución de problemas nos capacitan para responder a retos y situaciones difíciles pensando en posibles soluciones y creando después un plan de acción para poner a prueba esas soluciones. Resolver problemas requiere que utilicemos a la vez una serie de habilidades diferentes, entre las que se incluyen:
- Creatividad: ser capaz de encontrar soluciones únicas a los problemas generando una variedad de ideas y posibilidades
- Pensamiento analítico: descomponer un problema en partes manejables
- Toma de decisiones: considerar varias opciones y formas de resolver el problema y decidir la solución más lógica
- Iniciativa: la capacidad de actuar para encontrar una solución cuando hay un problema que resolver
- Persistencia: Compromiso de encontrar una solución mediante la voluntad de volver a intentarlo cuando fracasa un primer intento.
¿Por qué son importantes las habilidades de resolución de problemas para los niños pequeños?
Saber resolver problemas es importante, porque, independientemente de nuestra edad, ¡las situaciones desafiantes forman parte de nuestra vida cotidiana!
Para los niños muy pequeños, las frustraciones y los retos pueden incluir: averiguar cómo utilizar un juguete concreto, buscar algo que está mal colocado o situado en un lugar de difícil acceso, o decidir qué hacer cuando se cae una torre que están construyendo con bloques o cuando quieren jugar con un juguete que está utilizando otro niño. A medida que los niños crecen, sus retos se hacen más complejos, apareciendo en áreas como la escuela, las actividades extraescolares y las relaciones.
Introduciendo a los pequeños a nuestro cuidado en las habilidades de resolución de problemas mientras son pequeños, les ayudamos a ganar confianza en su capacidad para idear soluciones creativas por sí mismos cuando se enfrentan a retos. Cuando un niño se siente frustrado, podemos pedirle que describa el problema al que se enfrenta y animarle a que ofrezca ideas para resolver la situación. Este tipo de conversaciones dan a los niños la oportunidad de practicar las habilidades fundamentales de resolución de problemas y de ganar confianza en su capacidad para sortear los retos que se les presenten durante el juego, la escuela y a lo largo de la vida.
Cómo se desarrollan las habilidades para resolver problemas: De 0 a 3 años
Los bebés y los niños pequeños pasan buena parte del día observando, explorando e intentando superar obstáculos. Este comportamiento temprano de resolución de problemas surge pronto y se desarrolla con la práctica. A continuación se presenta un marco de Proyecto de Aprendizaje Temprano de Illinois que describe comportamientos, hitos y logros clave en la resolución de problemas que se dan en los niños de 0 a 3 años.
Del nacimiento a los 9 meses
A esta edad, los niños están construyendo los cimientos de la resolución de problemas mediante la exploración activa y la interacción social.
Podrías observar cómo intentan llamar la atención de un cuidador cuando necesitan algo mediante sonidos, gritos, gestos y expresiones faciales.
Para favorecer el desarrollo de las habilidades de resolución de problemas a esta edad, los educadores y cuidadores pueden responder con consideración e intención cuando los bebés intenten llamar su atención. También pueden interactuar con ellos mediante frecuentes intercambios de ida y vuelta a lo largo del día para ofrecerles oportunidades de reforzar sus habilidades.
7 meses a 18 meses
A medida que los niños se acercan a la primera infancia, empiezan a desarrollar más fuerza física que les permite manipular su entorno. Descubren que pueden resolver problemas por sí mismos y que pueden confiar en sus cuidadores cuando necesitan apoyo. A esta edad, puedes observar a los niños repitiendo una acción una y otra vez para averiguar cómo funciona un objeto. También puedes verles experimentar con distintas estrategias para lograr un objetivo, como tirar de la cuerda de un tren de juguete para acercarlo o gatear para coger una pelota que ha rodado.
Apoyar a los pequeños en esta etapa para que refuercen sus habilidades de resolución de problemas, fomentando su independencia para probar cosas nuevas y elogiándoles por realizar nuevas tareas por sí mismos.
De 16 meses a 24 meses
A medida que los niños se acercan a su segundo cumpleaños, tienen una mayor capacidad para resolver problemas de forma independiente. Es posible que los observes utilizando el método de ensayo y error para resolver un problema, como intentar insertar una forma en distintos ángulos para que encaje en un clasificador. También es probable que veas a los niños comunicar verbalmente sus necesidades a los cuidadores y utilizar objetos del entorno para resolver problemas, como utilizar un cubo para trasladar numerosos libros al otro lado de la habitación.
A esta edad, los cuidadores y educadores pueden ayudar a los niños a practicar las habilidades de resolución de problemas hablando con ellos de varias soluciones, como «Me pregunto qué pasaría si giráramos la pieza del puzzle de esta manera». También puede ser beneficioso dar a los niños oportunidades de resolver problemas sin tu ayuda, dando un paso atrás y animándoles a que lo intenten por su cuenta antes de que intervengas para ayudarles.
De 21 meses a 36 meses
Los preescolares son capaces de manejar pensamientos más complejos, como idear soluciones y tomar una decisión sobre la mejor opción para resolver un problema, con menos ensayos. A esta edad, los niños son cada vez más autónomos e intentarán superar obstáculos por sí solos o con un apoyo limitado de su cuidador. También puedes observar que muestran orgullo al realizar tareas y utilizan habilidades más refinadas para resolver problemas, como utilizar una servilleta para limpiar un derrame sin pedir ayuda a un adulto.
Para ayudar a los preescolares a reforzar sus habilidades, los educadores pueden seguir el ejemplo del niño y prestar atención a sus señales cuando le ayuden en una tarea y proporcionarle tiempo ininterrumpido para que trabaje en las actividades de forma independiente.
Crear un plan de estudios de aprendizaje temprano que fomente la resolución de problemas
Muchas de las actividades lúdicas que gustan a los niños en nuestros programas de atención y aprendizaje fomentan el desarrollo de habilidades básicas para resolver problemas. Algunas de las que puedes probar son
Explorando Puzzles
Resolver puzzles anima a los niños a utilizar su pensamiento analítico y sus habilidades de ensayo y error para averiguar cómo encajan las piezas del puzzle. Los niños pequeños y los preescolares pueden trabajar con rompecabezas de madera más sencillos con unas pocas piezas grandes, mientras que los niños mayores pueden enfrentarse a más piezas. Si no dispones de puzzles en tu aula, puedes pensar en haz el tuyo propio con cartulina.
Incorporar el aprendizaje STEM a tu plan de estudios
Las actividades STEM invitan a los pequeños a experimentar, probar hipótesis y averiguar cómo enfocar los problemas. Las actividades STEM incorporan ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, para aprender mediante experiencias prácticas. Si buscas inspiración para introducir más aprendizaje STEM en tu aula, quizá te apetezca echar un vistazo a algunas de las siguientes actividades estos artículos de G2K de los archivos.
Utilizar piezas sueltas
Las piezas sueltas son cualquier material que se pueda utilizar, desmontar y volver a montar de múltiples maneras.
Casi cualquier objeto, desde piedras a corchos o trozos de tela, puede utilizarse para juego de piezas sueltas. Offering these kinds of materials to young children encourages them to get creative, experiment, think critically, and figure out different ways to use the items which gives children a chance to practice a variety of problem-solving skills. As children build, construct, and create, they have opportunities to test their ideas and try to figure out how to make their visions come to life.