¿Usted sabía que nuestros cerebros crecen más rápidamente entre el nacimiento y los 3 años de edad que en cualquier otro momento de nuestras vidas? Durante los primeros tres años de vida el cerebro crece velozmente en tamaño y en complejidad. Cada vez que el cerebro del infante toma nueva información y registra algo fresco sobre el mundo se forma una conexión neuronal nueva. De hecho, el cerebro del infante forma más de un millón de conexiones neuronales nuevas ¡cada segundo!
Formación cerebral y las relaciones tempranas con los cuidadores
Estas conexiones neuronales tempranas se fortalecen cuando los niños pequeños y sus cuidadores interactúan los unos con los otros a través de contactos visuales, expresiones faciales y sonidos vocales. Estas relaciones tempranas entre los adultos y los niños ponen en marcha las conexiones neuronales que serán el fundamento del desarrollo cognitivo saludable, el aprendizaje contínuo y la formación de las relaciones.
First Things First, [Primero lo Primero], organización de salud y educación temprana basada en Arizona, describe el impacto temprano y de por vida de los cuidadores: “Los niños desarrollan conexiones cerebrales a través de sus experiencias diarias. Ellas se forman por las interacciones positivas con los padres y los cuidadores y usando los sentidos para interactuar con el mundo. Las experiencias de los primeros años del niño determinan cuáles conexiones cerebrales se desarrollarán y cuáles serán de por vida. La cantidad y calidad de los cuidados, la estimulación y la interacción que reciben los niños en sus primeros años marcará toda la diferencia.”
Nuestro trabajo con los niños pequeños tiene un impacto profundo y duradero, y es por eso que es ¡tan importante!
Notando las etapas cognitivas tempranas
Los niños desarrollan una variedad de destrezas cognitivas durante los primeros tres años de vida, que les permite moverse, pensar y comunicarse de manera más efectiva. La siguiente lista incluye las etapas del desarrollo de las habilidades cognitivas que usted podría observar en el tiempo entre el nacimiento y los tres años de edad.
Primer año de edad
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Comunicación reflexiva. Antes de que los niños pequeños comienzan a hablar, ellos se comunican usando sonidos, expresiones faciales y movimientos. Los infantes, por ejemplo, podrían murmurar o reírse cuando están contentos, tratar de alcanzar objetos que les interesan y fruncir el ceño cuando prueban una comida que no les agrada.
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Atención conjunta. La atención conjunta se refiere a compartir una actividad u otra cosa de interés con otra persona al mismo tiempo. La organización Before Their First Words [Antes de las primeras palabras] describe la atención conjunta durante el primer año de vida explicándola como algo que “ocurre usualmente durante situaciones alegres y de juegos con los cuidadores, por ejemplo, leyendo un libro, construyendo una torre, encontrando objetos escondidos juntos, o pretendiendo comer o beber.”
Del primer año al segundo año de edad
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Pareando y categorizando. Alrededor de estas edades los niños se dan cuenta de las maneras en que algunos objetos son iguales o diferentes entre ellos. Los pequeños comenzarán a parear los que son similares y los colocarán en categorías. Esta es una habilidad importante que los ayudará en el futuro con las matemáticas.
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Teoría de la mente. Tan temprano como a los 18 meses los niños comienzan a desarrollar conciencia sobre lo que otras personas piensan, sienten y tienen ideas. Usted podrá notar signos tempranos de esa destreza cuando los pequeños se involucran en representaciones y juegos teatrales y representan lo que otra persona haría o diría en alguna situación.
Del segundo al tercer año de edad Two
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Pensamiento simbólico. El pensamiento simbólico se refiere a la habilidad de reconocer que algo puede sustituir a otra cosa. Esta es una destreza fundamental para los juegos de pretender, por ejemplo, cuando una niña le ofrece un biberón imaginario a su muñeca.
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Habilidades de pensamientos lógicos. Alrededor de estas edades los niños comienzan a entender las maneras en que las cosas están conectadas lógicamente, y cuando estas habilidades de pensamientos lógicos se están desarrollando usted notará una cantidad de preguntas de ¿por qué? por parte de los chiquitos en búsqueda de un mejor entendimiento de cómo diferentes cosas funcionan e interactúan entre ellas.
Apoyando el desarrollo del cerebro: Consejos para los cuidadores
La organización de aprendizaje temprano Vroom, estimula a que los cuidadores apoyen el desarrollo del cerebro al involucrarse en las interacciones diarias con los niños pequeños. Abajo encontrará algunas sugerencias simples por parte de Vroom que lo podrá ayudar a apoyar a los niños pequeños bajo su cuidado que están aprendiendo.
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¡Mire! Los niños usan sus ojos para aprender mientras notan las diferentes cosas que los rodean. Trate de observar lo que los niños miran y hable sobre eso. También puede conectarse con ellos visualmente, después sonreir, hablar, y hacer caras cómicas y muecas.
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¡Hable! Los cerebros de los niños se iluminan cuando sus cuidadores les hablan, cantan o intercambian sonidos con ellos. Hábleles sobre su día, sobre las comidas, sobre lo que los rodea y hagan sonidos juntos para tener una conversación divertida.
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¡Haga seguimiento! Los niños pequeños aprenden mejor cuando usted les sigue la corriente. Entónese con las palabras de los pequeños, sus sonidos y movimientos y hasta sus ideas. Luego responda con sus propias palabras y acciones.
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¡Expanda! Los cerebros de los niños crecen fuertes cuando usted los ayuda a que se expanda su aprendizaje. Mantenga activos los momentos haciéndole preguntas a los niños que empiecen con qué, cuándo, dónde, cómo y por qué.
Si usted quiere compartir estos consejos, Vroom los ofrece avisos imprimibles gratis en su offers them página Web en Inglés, Español, Chino, y en otros idiomas.