Esta sencilla actividad anima a los niños a pasar tiempo al aire libre y a conectar con la naturaleza. Para preparar esta experiencia sensorial, necesitarás lo siguiente: cinta adhesiva transparente, palitos de manualidades (pegados en forma de marco), adornos de flores y hojas, pegamento, rotuladores, papel adhesivo y cordel para colgar los marcos (también puedes utilizar cinta, cuerda, limpiapipas, etc.). Empezarás preparando los marcos y el papel de contacto que se convertirán en el lienzo de tus atrapasoles. Para hacer cada marco, pega 4 palitos de helado formando un cuadrado. Cuando el pegamento se haya secado, pega hojas de papel de contacto en cada uno, dejando un lado adhesivo para que los pequeños peguen sus objetos. Por último, crea una forma de colgar el atrapasol pegando un trozo de cuerda, cordel o cinta (o lo que tengas a mano) en la parte superior del marco.
Cuando estés lista para empezar, lleva a los niños a tu jardín y ayúdales a encontrar hojas caídas, pétalos de flores y ramitas pequeñas. Dale a cada niño un marco y anímale a pegar sus hallazgos sobre la naturaleza en el papel de contacto. Luego, invítales a decorar los marcos coloreándolos con rotuladores. Si quieres añadir algo a esta parte del proyecto, también puedes ofrecer pegatinas, pinturas u otros materiales a los niños para que decoren los marcos. Una vez terminados, cuélgalos en la ventana de tu aula para que brille el sol.