Aquellas personas que trabajan como directores de programas, como coordinadores o en cualquier otro papel de supervisión saben que los maestros hacen su mejor trabajo y que los niños reciben el mejor cuidado en ambientes tranquilos, respetuosos y solidarios. Lo ideal sería que los programas de aprendizaje temprano dieran prioridad a las colaboraciones y el trabajo en equipo y que las habilidades gerenciales de los supervisores de los programas ejemplifiquen esos valores fundamentales. Uno de los instrumentos de gestión que refuerzan la cultura de colaboración es lo que se conoce como supervisión reflexiva.
¿Qué es supervisión reflexiva?
La supervisión reflexiva es una forma de liderazgo y de formación de relaciones en la que un supervisor facilita la auto-reflexión de el supervisado o de algún miembro del personal.
ZERO TO THREE [DE CERO A TRES] indica que “La reflexión significa dar un paso atrás de la experiencia intensa e inmediata del trabajo práctico y tomarse el tiempo para reflexionar sobre lo que dicha experiencia realmente significa.¿Qué nos dice sobre la familia? ¿Qué nos dice sobre nosotros mismos?” En el caso de la supervisión reflexiva el supervisor actúa como un facilitador para la reflexión, teniendo en mente el objetivo de desarrollar una relación de confianza trabajando a través de los contenidos emocionales del trabajo y promoviendo el desarrollo profesional.
De acuerdo con ZERO TO THREE [DE CERO A TRES], los tres bloques elementales para la supervisión reflexiva son…
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Reflexión: Pensar activamente sobre las ideas, los sentimientos y las experiencias que están directamente relacionadas con el trabajo en el salón de clases y con los niños.
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Colaboración: Es el trabajo en equipo entre los supervisores y el personal, lo que permite el compartir de manera activa las responsabilidades, la resolución de los problemas y el desarrollo profesional.
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Regularidad: Tomarse el tiempo necesario para crear relaciones de colaboración y confianza y para establecer oportunidades de comunicación de manera persistente.
Haga click aquí para leer el artículo completo de ZERO TO THREE, Los tres bloques elementales para la supervisión reflexiva.
¿Cómo se ve la supervisión reflexiva?
La supervisión reflexiva requiere de colaboración, comunicación y confianza mutua. En líneas generales y la mayoría de las veces se lleva a cabo durante una reunión en la que el supervisor y el supervisado hablan sobre la experiencia en el salón de clases. Durante esa conversación, el supervisor debe practicar empatía y escuchar activamente sin juzgar mientras la persona supervisada habla sobre sus experiencias, ideas y emociones.
Habrá preguntas por parte del supervisor y del supervisado. Al trabajar como un equipo, ambas partes explorarán emociones, ideas y cualquier otro asunto que el supervisado esté manejando, y, de nuevo, como equipo, trabajarán para entender e identificar los siguientes pasos a seguir.
Estas son algunas de las cosas que usted verá hacer al supervisor reflexivo…
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Trabaje en el salón de clases junto con los educadores y los cuidadores de forma regular. Será muy difícil colaborar con el personal que enseña si usted no pasa tiempo en las clases observando la dinámica entre los niños y los educadores. El pasar tiempo en las clases le permite al supervisor tener una idea clara de cómo se siente el flujo real en el salón y entender de primera mano lo que los maestros experimentan cuando describen sus reflexiones. El trabajar en las clases también ofrece la oportunidad de desarrollar relaciones a través del trabajo en equipo y compartir responsabilidades.
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Haga que las reuniones sean una prioridad. Cuando se planifican las reuniones con el personal es común que salgan a colación algunos asuntos. El tiempo es algo muy valioso en los programas de aprendizaje temprano. La grave escasez de personal o un día muy ocupado pueden significar que usted tenga que replantear y reorganizar las reuniones de vez en cuando. Reprogramar y verificar la participación del personal lo antes posible les muestra que estos encuentros son una prioridad.
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Reconozca la carga emocional del trabajo ECE. Para que la supervisión reflexiva sea exitosa, el personal de enseñanza necesita sentirse seguro en el trabajo. El trabajo de un profesional que se dedica a la enseñanza temprana puede presentar ciertas dificultades y es muy importante sentirse apoyado, reconocido y seguro en el lugar de trabajo. Un supervisor reflexivo escucha los sentimientos de su personal de manera solidaria y sin juzgar, y colabora con el supervisado con soluciones e ideas potenciales. .
¿Cómo no debe verse la supervisión reflexiva?
La supervisión reflexiva no es un procedimiento de supervisión administrativa o de la directiva, lo que podría incluir disposiciones de reglas y procedimientos, empleo, evaluación de rendimiento o monitoreo de productividad. Estas tareas son parte importante de gestiones administrativas y liderazgo, pero no son parte de la supervisión reflexiva. La supervisión reflexiva requiere de un tiempo que se aparta para conversaciones constructivas y de colaboración en la búsqueda de soluciones a los problemas.
La supervisión reflexiva tampoco es una terapia. Se enfoca en experiencias, pensamientos y sentimientos conectados directamente con el trabajo.
Cuidado personal como punto de partida para la supervisión reflexiva
La mejor manera de comenzar con la supervisión reflexiva es desarrollar nuestra propia práctica de auto-reflexión y cuidado personal. La práctica de cuidados personales es crítica cuando queremos crear un ambiente compasivo y alentador. Antes de ser efectivos con los demás debemos asegurarnos de que nosotros mismos nos estamos cuidando adecuadamente y cubriendo nuestras propias necesidades.
Participar en supervisión reflexiva con los maestros refuerza la importancia de tomar tiempo para reconocer los pensamientos y sentimientos al practicarla de manera compasiva y sin prejuicios.
Algunos artículos que pueden ayudarle a comenzar con la supervisión reflectiva se incluyen a continuación: