Practicar la gratitud, o reflexionar sobre todo aquello por lo que estamos agradecidos, es una tradición popular de Acción de Gracias. Sin embargo, cuando pensamos en todas las personas, cosas y experiencias que apreciamos, a menudo olvidamos incluirnos a nosotros mismos y nuestros logros. La autogratitud puede contribuir a nuestra salud y bienestar, y la festividad de Acción de Gracias es una gran oportunidad para incorporar esta práctica a nuestras vidas. Mientras disfruta de las vacaciones navideñas, considere la posibilidad de alimentar un sentimiento de gratitud hacia sí mismo, incluyendo todo lo que logra cada día en su trabajo con niños pequeños.
El poder de la gratitud
Dedicar tiempo a practicar la gratitud puede ayudarnos a ser conscientes de todas las cosas positivas de nuestra vida y a apreciar cada momento. Un artículo de Harvard Health Publishing explica que «la gratitud está fuerte y sistemáticamente asociada a una mayor felicidad. La gratitud ayuda a las personas a sentir emociones más positivas, a saborear las buenas experiencias, a mejorar su salud, a afrontar la adversidad y a construir relaciones sólidas.»
Agradecimiento a uno mismo
Con todas las maravillosas maneras en que el agradecimiento por cosas externas a nosotros puede beneficiar nuestras vidas… ¡piensa en el bien que podríamos hacer si dirigiéramos esa gratitud hacia nosotros mismos!
La práctica de la autogratitud nos ayuda a reforzar la autoestima al dirigir nuestra atención hacia todo lo que nos gusta de nosotros mismos, en lugar de hacia lo que nos disgusta. Centrarnos en nuestros logros nos anima a seguir adelante, fijar objetivos y evitar sentimientos de agobio o agotamiento. Incluso darnos las gracias por las pequeñas cosas que hacemos a lo largo del día puede darnos un útil impulso de energía.
Aunque practicar el aprecio por uno mismo puede resultar incómodo o incluso indulgente, es importante recordar que todo el mundo se merece un elogio. Su trabajo con los niños pequeños es un logro especialmente importante que repercute positivamente en la vida de los niños y las familias de su comunidad cada día.
Prácticas de autocomplacencia para las vacaciones de Acción de Gracias
Mientras disfrutas de algo de tiempo extra para ti mismo durante las vacaciones de Acción de Gracias, quizá te apetezca probar algunas de las siguientes formas de incorporar la autogratitud a tu rutina diaria:
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Practica pequeños hábitos. A lo largo del día, intenta encontrar momentos sencillos para practicar la autogratitud. Por ejemplo, cuando te cepilles los dientes o te laves las manos, haz un trato contigo mismo: no terminarás la tarea hasta que pienses en algo que te guste de ti mismo o en algo que hayas conseguido recientemente y de lo que te sientas orgulloso.
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Acepta los cumplidos. En los próximos días, fíjate en cómo reaccionas cuando alguien te hace un cumplido o te agradece algo que has hecho. Practica responder al cumplido con un simple «gracias» y observa cómo te sientes al recibir sus palabras positivas de agradecimiento y reconocimiento.
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