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¿Por qué es importante el juego dramático en el aprendizaje temprano?

El juego dramático, también conocido como juego de simulación, es una parte común de la primera infancia. Los niños que juegan a las casitas, que simulan hablar por teléfono o que cuidan de animales de peluche para representar el papel de un médico son ejemplos de juego dramático o de simulación. Aunque muchos de nosotros estamos familiarizados con su aspecto, es posible que no sepan por qué este tipo específico de juego es tan importante para el desarrollo temprano.

¿Qué es el juego dramático?

El juego dramático consiste en que los niños asuman un papel o un personaje de alguien distinto a ellos. En este tipo de juego, los niños representan situaciones del mundo real que han visto en la vida real, en la televisión o que han oído en un libro de cuentos.

Según Ashley Brooks, autora de Collegis Education y Rasmussen College, hay dos tipos diferentes de juego dramático: estructurado y no estructurado. En el juego de simulación estructurado, los niños reciben escenarios con directrices específicas, como jugar en la consulta de un médico o en una cocina de simulación. El juego de simulación no estructurado da a los niños la libertad de elegir tanto sus papeles como el escenario. Aunque estos dos tipos de juego dramático son diferentes, ambos son importantes para el desarrollo en los primeros 5 años.

¿Por qué es importante el juego dramático?

El juego dramático, o de simulación, favorece el desarrollo socio-emocional, lingüístico y cognitivo al ofrecer a los niños la oportunidad de practicar habilidades importantes con sus compañeros.

Early Childhood News señala que cuando los niños participan en el juego dramático en grupo, es necesario que cooperen y negocien roles. Esto da a los niños la oportunidad de compartir ideas, resolver problemas juntos y desarrollar habilidades de resolución de conflictos. «Y al recrear algunas de las experiencias vitales a las que realmente se enfrentan, aprenden a enfrentarse a los miedos y preocupaciones que pueden acompañar a estas experiencias… También desarrollan las habilidades que necesitan para cooperar con sus compañeros (y) aprenden a controlar sus impulsos».

Durante el juego de simulación, los niños recurren a experiencias y eventos pasados, un proceso que involucra el pensamiento abstracto y apoya el desarrollo cognitivo. Bright Horizons comparte que los niños también pueden desarrollar habilidades matemáticas y de alfabetización a través del juego dramático. Por ejemplo, al simular que están en una tienda de comestibles, los niños tienen que clasificar los alimentos, comunicar los precios de los distintos artículos y utilizar las habilidades de escritura para crear carteles y etiquetas.

El juego dramático fomenta la empatía

Según Tinkergarten, «el juego de simulación es la forma en que los niños aprenden a adoptar diferentes perspectivas. Cuando un niño finge que es una mamá pájaro, un monstruo o un bombero, empieza a explorar cómo debe ser ser esa otra persona o criatura. Aunque el juego de simulación empieza de forma bastante sencilla, las primeras experiencias de simulación forman unas fuertes raíces de asunción de perspectivas a partir de las cuales puede crecer una empatía cognitiva más sofisticada.»

Inspirar el interés de los niños por el juego dramático

Hay muchas maneras de cultivar este tipo de aprendizaje. Consulte nuestra lista a continuación para obtener algunas ideas para empezar.

  • Prepara una caja de atrezzo: Scholastic anima a crear una caja de atrezzo llena de objetos para despertar la imaginación de los niños. Los artículos pueden incluir ropa vieja (zapatos, sombreros, bolsos, mochilas), teléfonos viejos, utensilios de cocina, platos, trozos de tela y mantas, y material de escritura.

  • Ampliar las experiencias de los niños: Escuchar las historias de los niños y crear un centro de juego dramático que se base en esas historias da a los niños la oportunidad de explorar escenarios del mundo real en un entorno seguro y divertido. Por ejemplo, si los niños dicen que les pone nerviosos ir al médico, prepare un consultorio médico ficticio que permita a los niños probar lo que se siente al ir a la consulta del médico. Tendrán la oportunidad de hacer preguntas, compartir sus experiencias con sus compañeros y ganar confianza mientras se familiarizan con lo que pueden esperar.

  • Salir al aire libre: La naturaleza ofrece un entorno ideal para la fantasía. Tinkergarten señala que el aire libre viene «completo con lugares inspiradores para correr, esconderse, trepar y un sinfín de objetos atractivos que pueden convertirse en cualquier cosa que necesiten».

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