Incluso los bebés más pequeños disfrutan y se benefician de que les lea la relajante voz de un adulto cariñoso, independientemente de que su diminuta capacidad de atención dure o no toda la historia. A algunas edades, conocer el libro saboreándolo es la forma preferida de explorar, mientras que los bebés mayores disfrutarán con las palabras e imágenes repetitivas. Según la Academia Americana de Oftalmología, los libros son estupendos para los bebés porque pueden verse de cerca y disfrutarse pronto, antes de que desarrollen su visión a larga distancia.
La investigación sobre el desarrollo infantil ha descubierto que los bebés nacen con conos (células de la retina del ojo que señalan el color) poco desarrollados y, por supuesto, con cerebros aún en desarrollo. La atracción de los bebés por los visuales de alto contraste se ha observado en numerosos estudios.
Los libros en blanco y negro de alto contraste son mejores para los bebés menores de 6 meses, cuya vista aún se está desarrollando. Entre los títulos que nos han mencionado padres primerizos y cuidadores están: Hello Bugs, de Smirti Prasadan-Halls; y Spots and Dots, de Chez Picthall.
