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Trabajos en el aula para los más pequeños que favorecen el desarrollo y la pertenencia

A toddler child sits on the floor with a small broom and dustpan, helping to clean up in an early learning classroom.

En los programas de educación infantil, el juego y las actividades de aprendizaje son los cimientos del desarrollo de la confianza y la autoestima de los niños pequeños. Los educadores pueden mejorar aún más la participación de los niños en las actividades de aprendizaje animándoles a ayudar en las tareas y trabajos del aula. En este artículo, destacamos las ventajas de implicar a los niños en las tareas del aula y ofrecemos consejos para convertir las oportunidades de ayuda en una experiencia de aprendizaje emocionante y alegre.

Ayudar al empleo y al desarrollo temprano

En la mente de los niños pequeños, ayudar incluso en pequeñas tareas puede parecerles increíblemente especial y significativo. Contribuir a lo largo del día como ayudante en el aula ofrece a cada niño un sentimiento de pertenencia y conexión con el entorno de aprendizaje temprano. La experiencia de ayudar no sólo es agradable para los pequeños, sino que también es una oportunidad para que prueben y practiquen habilidades clave del desarrollo, como…

  • Habilidades de funcionamiento ejecutivo. El proceso de ayudar con las tareas ofrece a los niños la oportunidad de escuchar y seguir instrucciones, planificar y recordar tareas y responsabilidades, gestionar los pasos necesarios para completar una tarea y pedir ayuda cuando sea necesario. Todas estas actividades representan importantes capacidades cognitivas y habilidades de funcionamiento ejecutivo.
  • Habilidades lingüísticas y de comunicación. A medida que los niños se relacionan con sus cuidadores y se coordinan con sus compañeros en las tareas del aula, practican importantes habilidades lingüísticas y comunicativas. Puede que los niños necesiten cooperar con sus compañeros o pedir a un profesor que les explique una tarea para completar un trabajo con éxito. Estas conversaciones ayudan a los pequeños a desarrollar importantes y significativas habilidades sociales y de resolución de problemas.
  • Habilidades SEL. Cuando los niños ayudan a cuidar de la clase, empiezan a verse a sí mismos como miembros capaces de un grupo, lo que contribuye a reforzar su autoestima, independencia y habilidades fundacionales de liderazgo. habilidades de liderazgo. Trabajar para mantener un espacio compartido aprovecha el desarrollo del sentido de empatía y preocupación de los niños por los demás, ya que empiezan a reconocer que la ayuda que prestan tiene un impacto positivo en sus compañeros y en el aula en su conjunto. Puedes pedir a los niños que vayan rotando en las tareas, para que practiquen habilidades adicionales como la cooperación, la toma de turnos y la flexibilidad.
  • Habilidades motoras finas y gruesas. Muchos trabajos de clase ayudan a los niños a desarrollar la motricidad fina y gruesa. Tareas como regar las plantas, mantener las puertas abiertas, transportar bocadillos e incluso encender o apagar un interruptor de la luz requieren coordinación física. A través de estas experiencias, los niños ejercitan una variedad de músculos, grandes y pequeños, que contribuyen a su desarrollo físico general.

Trabajos de ayuda y gestión del aula

Las rutinas diarias en los programas de educación infantil tienden a desarrollarse mejor cuando los niños tienen un papel activo de ayuda. Participar en las tareas del aula ayuda a los niños a mantenerse comprometidos e interesados mientras pasan de una actividad a otra. Esto crea un entorno más colaborativo y cooperativo, ¡que beneficia tanto a los niños como a los educadores!

Tareas de Ayuda Ideales para los Primeros Alumnos

En los entornos de aprendizaje temprano, hay una gran variedad de tareas y responsabilidades en las que los niños pequeños pueden ayudar a lo largo del día. Los siguientes son algunos ejemplos que puedes probar en tu programa de aprendizaje temprano:

  • Líder de línea. En muchas aulas, los niños se turnan para ser «jefe de fila», lo que significa que se colocan al frente de la fila y guían a los demás niños cuando llega el momento de pasar de un espacio a otro. Este trabajo también puede hacerse en pareja con un «furgón de cola», que se sitúa al final de la fila y ayuda a que todos permanezcan juntos.
  • Portapuertas. Un sujetapuertas abre la puerta a todos los alumnos cuando pasan del interior al exterior del aula, y luego se asegura de que quede bien cerrada una vez que todos han pasado.
  • Conmutador de luces. Esta persona enciende las luces cuando los niños vuelven a entrar después de jugar fuera y al final de la siesta. También puede asegurarse de que las luces se apaguen cuando todos hayan salido del aula tras una transición entre espacios.
  • Reportero del tiempo. Esta persona puede decir qué tiempo hace y qué tipo de ropa, como chaquetas o botas, se necesitará para jugar al aire libre. Los informes meteorológicos son un complemento estupendo para las reuniones matinales o la hora del círculo, cuando los pequeños se preparan para el día que tienen por delante.
  • Ayudante de merienda. Esta persona podría ayudar repartiendo servilletas o sirviendo tentempiés sencillos a cada uno de los niños de la clase durante la merienda o la comida.
  • Equipo de limpieza. Varios niños pueden ayudar a limpiar después de comer, jugar o realizar proyectos artísticos desordenados. El equipo de limpieza puede tomar la iniciativa de ayudar a limpiar las mesas, barrer el suelo, tirar la basura y asegurarse de que todo vuelve a su sitio.
  • Regador de plantas. Si en tu clase hay plantas que necesitan riego, es una tarea estupenda para que los más pequeños ayuden. Utilizar una regadera pequeña que controle la cantidad de agua que se vierte puede ayudar a evitar líos. Los niños más pequeños pueden necesitar un par de manos extra de un cuidador o educador que les ayude a asegurarse de que el agua se vierte despacio y con cuidado.
  • Ayudante misterioso. Este puede ser un trabajo divertido que los educadores pueden incorporar al aula para tareas varias que surjan a lo largo del día. El ayudante misterioso puede ser a quien el profesor llame cuando necesite un par de manos extra de un niño de la clase.

Consejos para educadores

Incorporar oportunidades de ayuda a la programación diaria de tu programa requerirá cierta planificación y coordinación, especialmente cuando se introduce por primera vez. A continuación encontrarás algunos consejos para hacer de las tareas de ayuda una parte vibrante de tu plan de estudios.

Publicar trabajos con fotos de ayudantes

Cuadro de tareas del aula preescolar hecho con cartulina amarilla, fotos plastificadas de los alumnos y las tareas del aula que se les asignen.

Puedes ayudar a los niños a llevar un registro de sus responsabilidades colocando las tareas en un lugar visible de la clase. Colocar una foto de la tarea junto a una foto del niño que la va a realizar permitirá a los niños consultar fácilmente la lista de tareas cada vez que necesiten recordar su responsabilidad de ese día. Un ejemplo de una tabla de tareas de una clase de KinderCare para que te sirva de inspiración.

Si buscas listas de tareas fáciles de imprimir, hay una gran variedad de opciones gratuitas disponibles para descargar en la página Profesores de pago de Teachers Pay Teachers.

Rota regularmente los puestos de trabajo

Para garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de participar, es importante que los trabajos roten con regularidad. Esto puede significar cambiar todos los días, una vez a la semana o cada dos días, según lo que mejor se adapte a la rutina de tu aula.

Al seleccionar los trabajos, es útil tener una forma de sacar nombres al azar. Puedes llevar una lista de los nombres de los niños en palitos de helado o fichas que puedas mezclar fácilmente y sacar al azar. Esto ayuda a que las cosas sean justas, garantizando que las responsabilidades se rotan con regularidad. Sacar nombres es una actividad estupenda para las reuniones matutinas o la hora del círculo, para que los niños se sientan parte del proceso al ver cómo se seleccionan los nombres para cada tarea.

Hablar de sentimientos

Los trabajos de clase a veces pueden provocar grandes sentimientos. Los niños pequeños pueden sentirse decepcionados los días que no pueden hacer ciertas tareas que les gustan, ¡y no pasa nada! Al reconocer estos sentimientos y hablar con los niños sobre su experiencia, los educadores pueden apoyar el desarrollo de las habilidades socioemocionales de cada niño.

Elogia y anima

Los trabajos en el aula son grandes generadores de confianza para los niños pequeños. Cuando los educadores llaman la atención y elogian a los niños por completar sus tareas, les ayuda a sentirse motivados, animados y entusiasmados para seguir ayudando en clase. Por eso, ofrecer elogios y ánimos por el trabajo duro es especialmente importante para la autoestima del niño, y es una forma maravillosa de apoyar el aprendizaje, el crecimiento y el desarrollo.

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