Durante los primeros cinco años de vida, los niños pequeños están aprendiendo una serie de habilidades que necesitarán para tener éxito en la escuela primaria y más allá. Algunas habilidades fundamentales, como la capacidad de analizar, resolver problemas, comunicar y comprender el significado, se conocen colectivamente como habilidades de pensamiento crítico. En este artículo, exploramos qué son las habilidades de pensamiento crítico, por qué son importantes y cómo los educadores pueden apoyar las habilidades de pensamiento crítico fundamentales de los niños.
¿Qué son las habilidades de pensamiento crítico?
Las habilidades de pensamiento crítico son las que utilizamos para observar el mundo que nos rodea, buscar nueva información y organizar lo que sabemos para tomar decisiones informadas. En un artículo publicado en la Universidad Estatal de Michigan, la educadora de la primera infancia y desarrolladora de contenidos Kylie Rymanowicz explica que «estas habilidades increíblemente importantes (de pensamiento crítico) se utilizan en todo, desde armar rompecabezas hasta trazar la mejor ruta para ir al trabajo. Es el proceso de usar la concentración y el autocontrol para resolver problemas y establecer y seguir objetivos. Utiliza otras habilidades importantes de la vida como hacer conexiones, tomar perspectiva y comunicarse».
El pensamiento crítico puede impulsar soluciones nuevas y creativas. Por ejemplo, recopilar nueva información y compararla con lo que ya sabemos nos ayuda a profundizar en la comprensión de una situación y abre la puerta a nuevas perspectivas y enfoques innovadores.
¿Por qué son importantes estas habilidades para el aprendizaje temprano?
Los niños pequeños están ansiosos por observar y dar sentido al mundo que les rodea. Introducir a los alumnos en edad temprana en los enfoques de pensamiento crítico les ayuda a construir habilidades fundamentales que más tarde les equipan para convertirse en aprendices de por vida.
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Las habilidades de pensamiento crítico apoyan el desarrollo del lenguaje. Un artículo de la revista Early Language and Literacy sin ánimo de lucro Centro de Hanen explica que «a medida que los niños se involucran en el pensamiento crítico, sus habilidades lingüísticas se expanden porque se les anima a desarrollar y utilizar un lenguaje más complejo» A medida que los niños pequeños piensan críticamente sobre el mundo que les rodea, hacen preguntas y observaciones que les introducen en nuevas palabras, conceptos e ideas. Es probable que los niños se sientan inspirados para compartir sus nuevos conocimientos con sus compañeros, lo que dará lugar a conversaciones más profundas y apoyará el desarrollo de las habilidades de comunicación.
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Las habilidades de pensamiento crítico apoyan las habilidades matemáticas fundamentales. Las habilidades de pensamiento crítico ayudan a los niños a reconocer patrones y a pensar en cómo funcionan las formas juntas. Considerar los fundamentos de las matemáticas de una forma nueva permite a los niños contemplar problemas más complejos y aprovechar diferentes enfoques para la resolución de problemas.
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El pensamiento crítico fomenta la creatividad. Cuando los niños intentan resolver un problema, utilizan la capacidad de pensamiento crítico para evaluar la situación y proponer nuevas soluciones. Esto requiere el uso de la creatividad para considerar un problema de nuevas maneras antes de probar las posibles soluciones.
¿Cómo pueden los educadores apoyar el desarrollo de estas habilidades?
El pensamiento crítico sigue un camino de desarrollo, lo que significa que surge en los niños con el tiempo a medida que aprenden y crecen. Como profesionales del aprendizaje temprano, podemos apoyar este desarrollo promoviendo el uso de habilidades de pensamiento crítico en nuestro trabajo con los niños pequeños. A continuación se ofrecen algunas sugerencias para incorporar el pensamiento crítico a las actividades de aprendizaje temprano.
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Fomentar la resolución de problemas
Cuando los niños trabajen en un proyecto o actividad, dales la oportunidad de resolver los problemas por sí mismos antes de ofrecerles soluciones. Por ejemplo, haga preguntas como: «¿De qué otras maneras podríamos hacer esto?» «¿Tienes otras ideas sobre cómo podríamos hacer que esto funcione?» «¿Qué crees que pasaría si…?»
2. Invite a la creatividad durante la hora del cuento
Cuando leas un cuento con los niños a tu cargo, haz una pausa a mitad del libro y anímales a pensar en finales alternativos: «¿Qué podría hacer el protagonista?» «¿Cómo podría resolver su problema?» «¿Cuáles son las diferentes formas en que podría terminar la historia?»
3. Jugar a juegos de resolución de misterios
Invite a los niños a jugar a juegos de simulación en los que son detectives que intentan resolver un misterio. Algunos misterios divertidos para resolver podrían ser…
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¿Cómo crecen las flores? Prepara un experimento para aprender cómo crecen las plantas y anima a los niños a hacer conjeturas sobre la cantidad de sol o agua que necesitarán las plantas.
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¿Qué hay en la caja? Prepara una caja y coloca un objeto dentro de ella. Anime a los niños a adivinar lo que hay en la caja agitando, palpando y oliendo el objeto antes de poder mirar dentro. Cada objeto colocado en la caja se convierte en un nuevo misterio que investigar.
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¿Cuál es la imagen? Imprime fotos y recórtalas en diferentes piezas, para que los niños puedan armarlas como un rompecabezas. Pregunte a los niños qué creen que puede ser el dibujo antes de unir las piezas.