Pintar cubitos de hielo es un divertido proyecto de arte procesual que anima a los niños a ser creativos mientras aprenden sobre los colores y cómo mezclarlos. Para esta sencilla actividad, sólo necesitarás un cubo sensorial (o un recipiente de plástico), pinceles, acuarelas, una bolsa de hielo (o cubitos de varias bandejas de hielo) y una jarra de agua para enjuagar los pinceles entre color y color. Simplemente vierta el hielo en el cubo y coloque el vaso de agua en el centro del hielo para mantenerlo en su sitio. A continuación, ofrece a los niños pinturas de acuarela y pinceles, y anímales a ser creativos mientras pintan los cubitos de hielo.
Esta actividad también puede prepararse individualmente (en pequeños recipientes de plástico, bandejas o platos) para que cada niño pueda trabajar en su propia pintura de cubitos de hielo. Mientras los niños pintan, habla con ellos sobre los diferentes colores que ven y cómo cambian los colores cuando se mezclan con otros.