Las aulas Waldorf suelen tener un ambiente cálido y confortable, hogareño. Las paredes suelen estar pintadas de colores suaves y la mayoría de los muebles son de madera. También abundan los materiales blandos, como bufandas de colores y muñecos de lana y tejidos de algodón. A menudo, los muñecos presentan expresiones faciales muy sencillas o carecen por completo de rostro, para fomentar y cultivar la imaginación.
La conexión con la naturaleza es uno de los elementos más importantes del plan de estudios Waldorf. En un aula Waldorf, es probable que encuentres muchos materiales naturales, como tocones de árboles, conchas marinas, flores, platos de madera, plumas y piñas. Además, los niños pasan mucho tiempo al aire libre, explorando el entorno que les rodea y observando los cambios de cada estación. Muchos educadores guiarán a los niños en paseos regulares por la naturaleza y les animarán a prestar mucha atención a las distintas plantas y flores que puedan encontrar.
Ritmos diarios predecibles
Las aulas Waldorf siguen rutinas diarias predecibles para que los niños sepan qué esperar cada día. Esto ayuda a establecer un sentido de estructura y seguridad para los niños pequeños. Escuela Waldorf de la Penínsulaun programa local de aprendizaje temprano con sede en Mountain View, California, describe los beneficios de las rutinas de sus clases, explicando que «los ritmos diarios, semanales y anuales de una clase Waldorf proporcionan una seguridad bienvenida al niño pequeño. La previsibilidad de saber ‘lo que viene a continuación’ permite a los niños relajarse y estar plenamente presentes en el momento. El horario diario y los patrones semanales… proporcionan una reconfortante sensación de tiempo y estructura».
Las aulas Waldorf fomentan el equilibrio entre el trabajo y el juego siguiendo rutinas y ritmos diarios. La rutina de un día típico puede incluir movimiento, tiempo en círculo, limpieza, jardinería, juegos al aire libre, marionetas, manualidades, repostería y cuentacuentos. Heidi Schwarzenbach, profesora de la Escuela Waldorf de San Francisco, describe el modo en que las rutinas del aula Waldorf pueden ayudar a desarrollar la resiliencia: «Nuestros días tienen un ritmo constante y hay coherencia, así que cuando ocurre lo inesperado, los niños están tranquilos».
Énfasis en el juego dramático e imaginativo
Rudolf Steiner creía que las oportunidades de participar en juegos activos, creativos e imaginativos son fundamentales para el desarrollo del niño. Durante el juego dramático, por ejemplo, los niños desarrollan importantes habilidades socioemocionales al cooperar con sus compañeros. El juego dramático también fomenta la creatividad y ofrece oportunidades para explorar habilidades fundamentales en la resolución de problemas y la comunicación que prepararán a los niños para el éxito académico posterior.
En una escuela Waldorf de Charlottesville (Virginia ), el aprendizaje a través del juego creativo se describe de esta manera: «Algunos niños utilizarán muebles y equipos para crear todo tipo de estructuras y vehículos… otros niños pueden estar representando el cuento o la obra de marionetas que les presentaron los profesores la semana anterior».
¿Cómo puedo incorporar las ideas Waldorf?
Aunque no trabajes en un centro Waldorf, hay muchas formas de incorporar los principios Waldorf a tu plan de estudios. He aquí algunas ideas:
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Pase tiempo en la naturaleza. Piense en cómo podría pasar más tiempo al aire libre con los niños a su cargo. Dar un paseo por la naturaleza, ir de excursión a un parque o incluso tumbarse en la hierba a observar las nubes son formas maravillosas de animar a los niños a conectar más con el entorno natural que les rodea.
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Mantener un patrón claro y predecible de actividades y rutinas diarias. La previsibilidad es un componente especialmente importante del plan de estudios Waldorf. Cuando los niños pequeños saben qué esperar a lo largo del día, se sienten seguros, protegidos y lo suficientemente cómodos como para explorar, aprender y prosperar. Cuando piense en su propio programa, considere las rutinas que tiene establecidas con vistas a crear más previsibilidad. ¿Cómo podrías crear un horario regular que fluya con las necesidades de los niños a tu cargo y les anime a sentirse seguros?
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Incluir a los niños en la limpieza y el mantenimiento de las aulas. En las aulas Waldorf, los niños ayudan en las actividades de limpieza del aula, desde barrer el suelo hasta fregar los platos (dependiendo de su edad y etapa de desarrollo). ¿Cómo podría incluir a los niños en las rutinas diarias de limpieza de su programa? Los niños pequeños pueden ser capaces de tirar su propia basura o depositar sus platos en un cubo de la basura después de haber terminado de comer. Los niños mayores pueden ayudar a limpiar las mesas o a secar los platos limpios antes de guardarlos. Y los niños de todas las edades pueden ayudar a guardar sus juguetes o materiales de juego cuando hayan terminado de usarlos para mantener el aula ordenada.
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Pruebe una nueva receta. Los niños de las aulas Waldorf disfrutan haciendo pan juntos y compartiéndolo durante las comidas. En muchas aulas Waldorf, los niños participan en la preparación de las comidas mezclando ingredientes, cortando frutas y verduras y siguiendo recetas. Cocinar y hornear juntos anima a los niños a colaborar con sus compañeros y a explorar las primeras habilidades matemáticas mientras miden los ingredientes.