Noviembre es el mes de Acción de Gracias, y un buen momento para hablar con los niños sobre la gratitud y sobre la importancia de reconocer a las personas y las cosas de su vida por las que están agradecidos. También supone una oportunidad para introducir nuevas actividades a través del lente del agradecimiento. En este artículo lo hacemos, centrándonos especialmente en actividades de música y movimiento que pueden ayudarnos a todos a hacer que el agradecimiento forme parte de nuestra vida cotidiana.
La importancia de la gratitud para los niños pequeños
Hablar de gratitud con los niños pequeños favorece su desarrollo socio-emocional y su bienestar general. Colleen Beck, terapeuta ocupacional y fundadora de The OT Toolbox, explica que «la gratitud conduce al conocimiento de uno mismo, a la perspectiva de los demás, a la amabilidad y a la empatía. En el caso de los niños, tener y expresar gratitud les ayuda a reconocer las herramientas que ya tienen como forma de ser resilientes frente a los obstáculos y desafíos. Cuando los niños son conscientes de las cosas que tienen, de las habilidades especiales que poseen o de las personas que tienen a su lado, pueden utilizar esas cosas para sentirse empoderados y no abrumados.»
Movimiento y música de gratitud
A los niños pequeños les encantan las oportunidades de mover sus cuerpos. La música, la danza y otras actividades de movimiento consciente pueden ser una buena manera de abrir la puerta a conversaciones sobre la gratitud.
Yoga de la gratitud
El yoga ofrece a los niños la oportunidad de aprender sobre la conexión entre el cuerpo y la mente. Puede ser una actividad que se realice antes de la siesta para ayudar a los niños a calmar su cuerpo, o por la mañana para establecer el estado de ánimo para el día siguiente.