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Serie G2K Preparación para el jardín de infancia: Desarrollo físico y habilidades motoras

¿Cómo sabemos que un niño está preparado para la guardería? Como proveedores de atención y educación tempranas, ofrecemos a los niños a nuestro cargo actividades y experiencias que les ayudan a desarrollar habilidades físicas, sociales, emocionales y cognitivas que sientan las bases para el éxito en la guardería, la escuela primaria y más allá. En este artículo, examinamos el desarrollo de la motricidad fina y gruesa, un componente importante de la preparación para el jardín de infancia. Este es el tercer artículo de la serie Preparación para la guardería de G2K, que explora los dominios de aprendizaje de la primera infancia.

¿Qué son las habilidades motrices tempranas?

Durante los primeros años de vida, el desarrollo físico de los niños progresa rápidamente. A medida que su cuerpo crece y sus músculos se fortalecen, los niños empiezan a retarse a sí mismos para intentar movimientos más complejos, como agarrar, alcanzar, gatear, ponerse de pie, andar y correr. Todos estos hitos del desarrollo implican habilidades motoras, el movimiento de los músculos para realizar acciones específicas. Hay dos categorías principales de habilidades motrices:

  1. La motricidad fina implican el uso de pequeños grupos musculares, como los de las manos y los pies, para ejecutar movimientos como agarrar un lápiz, atarse los cordones de los zapatos y enhebrar una aguja.
  2. La motricidad gruesa requieren el uso de los músculos más grandes de los brazos, las piernas y el torso, y se utilizan en actividades como correr, saltar y montar en bicicleta.

¿Cómo influyen las habilidades motrices en el éxito escolar?

Las habilidades motrices contribuyen a la capacidad del niño para participar en casi todas las actividades de la escuela primaria. En un serie de artículos sobre las habilidades fundamentales del aprendizaje temprano, el Departamento de Educación de Maine explica que el desarrollo de las habilidades motoras es más notable entre los 3 y los 5 años, sobre todo en tres áreas de desarrollo que permiten a los niños ser independientes y tener éxito en el aula:

  • Agarre y manipulación
    requieren habilidades motoras finas que utilizan los pequeños músculos de la mano y los dedos, también conocidas como destreza. Los niños necesitan desarrollar estas habilidades para poder sujetar y manipular un lápiz para escribir.
  • Equilibrio y coordinación
    permiten a los niños utilizar sus grandes músculos en actividades físicas y deportivas. El desarrollo de estas habilidades permite a los niños realizar tareas cotidianas, como andar, correr y trepar por la estructura de un parque infantil.
  • Habilidades de autoayuda
    implican tanto la motricidad fina como la gruesa en tareas que apoyan y fomentan la independencia de los niños en crecimiento. La motricidad fina y gruesa deben trabajar juntas para que los niños puedan vestirse, atarse los zapatos, alimentarse y realizar tareas de autocuidado como bañarse y cepillarse los dientes.

Las habilidades motrices también contribuyen a una serie de dominios de aprendizaje académico de preparación para el jardín de infancia. Por ejemplo…

  • Los niños necesitan habilidades motrices en las manos para hojear las páginas de un libro, una actividad que contribuye a las habilidades fundamentales del lenguaje y la alfabetización.
  • La capacidad de utilizar los dedos y las manos para saludar, señalar y gesticular contribuye a las habilidades comunicativas que repercuten en el desarrollo social y las habilidades para relacionarse.
  • Las habilidades motrices permiten a los niños construir torres altas con bloques y manipular los materiales del aula, lo que ayuda a a desarrollar habilidades matemáticas y científicas.

¿Cómo se desarrollan las habilidades motrices durante los primeros 5 años del niño?

Como proveedores de cuidados y aprendizaje en la primera infancia, podemos observar a los niños explorar a través del movimiento desde la infancia. A continuación, encontrarás hitos clave y consejos para apoyar el desarrollo de las habilidades motoras, como se indica en un recurso del Hospital Infantil de Richmond de la Universidad Commonwealth de Virginia.

  • Recién nacido – 6 meses.
    Desde que nacen, los bebés van encontrando nuevas formas de mover el cuerpo e interactuar con su entorno. Por ejemplo, entre el nacimiento y los seis meses, los bebés empiezan a empujar hacia arriba con los antebrazos cuando están boca abajo. Es posible que observes a los bebés dar patadas con las piernas y empezar a utilizar los dedos para agarrar objetos. Podemos apoyar el desarrollo motor de los bebés tumbándonos a su lado en el suelo o en la alfombra de juegos, y animándoles a utilizar el movimiento para aprender y explorar.
  • 6 – 9 meses.
    Alrededor de esta edad, los niños empiezan a sentarse solos e intentan gatear. Puede que los veas sacudir y golpear juguetes y utilizar los dedos para coger alimentos pequeños, como las Cheerios. Podemos apoyar el aprendizaje y el desarrollo a esta edad colocando los juguetes en el suelo o en la colchoneta, en un lugar fuera de su alcance, para animar a los bebés a gatear, escabullirse o rodar para llegar al juguete.
  • 9 meses – 1 año.
    A medida que los bebés se acercan a su primer cumpleaños, se sienten más cómodos gateando sobre las manos y las rodillas. También empiezan a experimentar a ponerse de pie. Los cuidadores pueden observar que los bebés pasan las páginas de un libro, señalan distintos objetos y apilan bloques. Puedes animar a los niños a que practiquen ponerse de pie y dar pasos cogiéndoles de la mano o ayudándoles a agarrarse a muebles estables.
  • 12 – 18 meses.
    A medida que se acercan a la primera infancia, los niños pueden pasar del suelo a la bipedestación sin apoyo, y pueden dar pasos por sí solos. También puedes observar a los niños saludar y despedirse, garabatear con lápices de colores y empezar a alimentarse por sí mismos con cuchara y taza. Los profesionales de la ECE pueden fomentar el desarrollo físico con actividades sencillas de vaivén, como hacer rodar una pelota para jugar a atraparla.
  • 18 meses – 2 años.
    Los niños pequeños son capaces de andar con más control y están preparados para intentar correr, ¡a menudo dando tumbos en sus primeros intentos! Los niños de esta edad pueden construir torres más altas con bloques y ensartar cuentas en una cuerda o cordón. Invitar a los niños pequeños a ayudar en tareas como guardar los juguetes les animará a utilizar sus habilidades motoras en desarrollo de un modo que exprese su creciente sentido de la independencia.
  • 2- 3 Años.
    A medida que los niños se acercan al preescolar, adquieren coordinación y control sobre su cuerpo, lo que les permite saltar, montar en triciclo y coger una pelota. También son capaces de sujetar y utilizar tijeras adecuadas para niños. Los cuidadores pueden apoyar el desarrollo de la motricidad fina a esta edad, ofreciendo a los niños plastilina para aplastar, presionar y hacer rodar con los músculos de las manos y los dedos.
  • 3 – 4 años.
    A esta edad, los niños son capaces de correr, saltar y trepar por estructuras de juego, y disfrutan con movimientos que requieren una mayor coordinación, como la rayuela y los saltos mortales. El mayor desarrollo de la motricidad fina les capacita para cortar formas sencillas con tijeras y completar rompecabezas básicos. A esta edad, podemos ayudar a los niños a desarrollar los músculos y la motricidad animándoles a practicar poniéndose ellos mismos las chaquetas, los sombreros y los zapatos.
  • 4 – 5 años.
    A medida que se acercan a la guardería, los niños pueden disfrutar montando en bicicleta, con o sin ruedines. Corren con mayor velocidad y trepan con mayor coordinación. También puedes observar que utilizan la motricidad fina de formas nuevas durante las actividades artísticas, cuando manipulan los materiales artísticos utilizados para dibujar, pintar, esculpir y colorear. A esta edad, podemos introducir a los niños en juegos activos de grupo, como Simón Dice, e incluso el fútbol, para fomentar su desarrollo motor continuo.

Incorporar las habilidades motrices a tu plan de estudios de la primera infancia

Los educadores pueden apoyar el desarrollo de las habilidades motoras fundamentales incorporando a su plan de estudios y a sus rutinas diarias actividades que impliquen movimiento, creatividad y autoayuda. A continuación encontrarás algunas actividades de desarrollo de las habilidades motoras que podrías probar con los niños a tu cargo.

Ofrecer actividades artísticas y experiencias creativas

Cuando los niños utilizan pintura, ceras, arcilla y tijeras para proyectos artísticos, tienen la oportunidad de fortalecer la motricidad fina de manos y dedos de forma lúdica y atractiva. Si ofreces a los niños una variedad de materiales para utilizar en actividades artísticas, les animas a usar su imaginación y sus músculos pequeños de distintas maneras. Por ejemplo, los niños pueden utilizar tijeras para cortar papel, pegamento para pegar pequeños objetos como botones y pompones, purpurina para espolvorear sobre sus dibujos, y ceras de colores y rotuladores de distintos grosores para colorear.

Pasa tiempo al aire libre

Los espacios al aire libre invitan a los niños a moverse de muchas formas distintas… desde trepar por las estructuras de juego hasta correr por la hierba. Durante el tiempo de juego en el exterior, puedes aprovechar el espacio extra ofreciendo a los niños equipos como balones de fútbol, aros de hula hula y triciclos para que se diviertan moviendo el cuerpo de distintas maneras, ¡al tiempo que refuerzan las habilidades motoras gruesas!

Incorpora el juego sensorial

A los pequeños les encanta explorar diferentes texturas mediante el juego sensorial. Las mesas sensoriales, los areneros, la plastilina y otros elementos de juego texturalmente interesantes animan a los niños a aplastar, apretar y estirar los dedos para interactuar con los objetos, lo que en última instancia fortalece los músculos pequeños y favorece el desarrollo de la motricidad fina. Aquí encontrarás algunas ideas para incorporar más juegos sensoriales a tu clase: Cubos sensoriales temáticos para niños pequeños y preescolares y Juegos sensoriales seguros para las aulas de aprendizaje temprano de bebés y niños pequeños.

Fomentar la independencia

Invita a los niños a ayudar en las tareas de la clase, como limpiar los juguetes, ponerse las chaquetas para salir al exterior y limpiar las mesas después de la merienda. Cuando se anima a los niños a probar nuevas tareas, practican sus habilidades motrices y aprenden que son capaces de hacer cosas nuevas. Es una forma estupenda de incorporar el movimiento a tu plan de estudios de aprendizaje temprano, al tiempo que se ayuda a los niños a desarrollar su confianza y su sentido de sí mismos.

Recursos adicionales para apoyar el desarrollo de las habilidades motoras

Si te interesa saber más sobre cómo apoyar el desarrollo físico de los niños en la primera infancia, puede que te gusten estos artículos de G2K de los archivos.

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