Como director, coordinador de programa o cualquier puesto de gestión en la primera infancia, se encontrará en una importante posición de liderazgo. El aprendizaje temprano puede ser un trabajo agotador, y el personal a menudo querrá recurrir a su equipo de administración en busca de apoyo. Una relación abierta y de apoyo entre la dirección y el personal contribuirá al éxito de todo el centro.
1. Crear una comunicación abierta
Cultivar una comunicación abierta y constructiva es la base de una relación fructífera entre usted y sus empleados. Esto requiere una planificación consciente por su parte, sobre todo cuando los profesores pasan el día en sus propias aulas y, por tanto, no pueden acudir rápidamente a la dirección en busca de ayuda. Para crear oportunidades de debate abierto, realice comprobaciones periódicas e intente mantener una dotación de personal adecuada que permita cubrir las aulas para que los profesores puedan alejarse de la sala en busca de orientación.
En estas conversaciones, es importante escuchar realmente los comentarios, preocupaciones y retos que comparten los profesores. Como parte de un equipo de liderazgo, su trabajo consiste en encontrar la mejor manera de apoyar a los profesores que están en la planta con el fin de proporcionar una atención de la más alta calidad a los niños.
2. Estar disponible
La enseñanza y el cuidado de niños pequeños implican relaciones con los niños, los padres y los miembros del equipo que son muy gratificantes pero a veces desafiantes. Esté disponible para apoyar a los profesores que se enfrentan a dificultades. Esto puede significar entrar en clase para ofrecer un par de manos extra, o participar en una reunión de padres y profesores. Sea cual sea la necesidad del profesor, asegúrese de transmitirle el mensaje de que usted está ahí para proporcionarle apoyo en los momentos de frustración. Esto ayudará a evitar que los profesores se sientan abrumados y a evitar el temido agotamiento docente.
A veces, en el ajetreado ritmo de las aulas, los profesores se acostumbran tanto a superar situaciones difíciles que ni siquiera se les ocurre pedir ayuda. Ofrezca apoyo a los profesores, incluso cuando no lo pidan. Vaya al aula y ofrézcase a leer un libro con los niños mientras el profesor se toma un momento para preparar la siguiente actividad, o pase algún tiempo sentado con un grupo pequeño para que los profesores puedan dedicar a algunos de los otros niños más tiempo a solas. Echar una mano a los profesores puede alegrarles el día.
3. Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional
Es importante que los profesores aprendan y crezcan constantemente en sus carreras. Ofrezca a los profesores oportunidades de desarrollo profesional programadas periódicamente para que aprendan nuevos consejos, trucos y prácticas en el aula. Esto les mantendrá entusiasmados con su trabajo y también garantizará que los niños reciban una atención de alta calidad y aprendan de ideas curriculares nuevas y frescas.
Para conseguir la participación del personal, genere interés y aportaciones con una encuesta que enumere una serie de opciones de desarrollo profesional. O haga una encuesta y pregunte a los profesores si hay algún tema que les ayudaría a profundizar en la calidad de su práctica. Esto garantizará que el desarrollo profesional sea atractivo y pertinente.
4. Ayudar a los profesores a encontrar sus puntos fuertes
Todo el mundo tiene algo que se le da bien y algo que se le resiste. Una de las grandes ventajas de trabajar en un equipo docente es aprovechar los puntos fuertes de cada uno. Mientras que un profesor puede tener excelentes dotes organizativas, otro puede ser especialmente hábil en la gestión del aula. Ayude a los profesores a descubrir en qué son buenos y anímeles a incorporar esas habilidades a su plan de estudios.
Educa recomienda compartir tests de personalidad con tu equipo para ayudarles a conocerse mejor e identificar sus puntos fuertes. Una opción en línea popular y gratuita es Los Cuatro Elementos, que puedes encontrar haciendo clic aquí.
5. Suministro de material escolar