¿Te has fijado alguna vez en la intensidad que adquiere la tiza cuando se moja? Esta actividad es una forma divertida de explorar las diferencias de colores y texturas entre la tiza húmeda y la seca. Todo lo que necesitarás es un surtido de tizas para aceras (si no tienes ninguna a mano, están disponibles en la mayoría de las tiendas de dólar) junto con botellas de spray y pequeños cuencos de agua. Esta actividad puede realizarse en una pizarra, en la acera del jardín o en una cartulina gruesa.
Invite a los niños a mojar la tiza, empapándola en un cubo de agua, sumergiéndola en un pequeño cuenco de agua o rociándola con un pulverizador de agua. Mientras los niños aplican la tiza a la superficie, habla con ellos sobre las diferencias entre la tiza húmeda y la seca: ¿De qué color es cada una de las tizas? ¿Creemos que la tiza tendrá un aspecto diferente una vez que se haya secado? ¿Cómo se siente la tiza húmeda? Esta actividad es una forma divertida de explorar el contraste, y se puede volver a realizar a lo largo de la semana a medida que los niños siguen añadiendo nuevas capas y colores a su proyecto.